El Real Betis gana en su estreno en Europa League de manera muy sufrida al final ante un Celtic que demostró lo que es capaz de hacer a cualquier equipo si se descuidan. Los de Ange Postecoglou se pusieron por delante con goles de Ajeti y Juranovic pero los verdiblancos remontaron la situación en media hora. Un doblete de Juanmi y los goles de Miranda y Borja Iglesias dejaron K.O. al club escocés hasta el final del partido donde consiguieron poner tensos a los locales con un gol a balón parado.
La alineación que sacó Pellegrini causó muchas dudas, sobre todo en la defensa. Con motivo de las rotaciones, el chileno tuvo que sentar a jugadores como Pezzella, Bellerín o Guido Rodríguez. Fue una prueba para muchos que fueron muy criticados por sus partidos con la elástica verdiblanca y donde dejaron muchas dudas atrás. Aunque hay que tener claro que la actitud del equipo con Manuel Pellegrini al mando ha cambiado y posiblemente este loco resultado no se daría.
El partido se podría desmenuzar en dos contextos totalmente distintos: antes y después del gol de Miranda. Al principio del encuentro la situación del Betis era horripilante. Constantes errores en los pases, mal posicionamiento de los defensas, lenta reacción ante errores no forzados… Era un correcalles que los del Celtic en ningún momento desaprovecharon. De ahí vino el primer tanto. Una gran acción de Jota dejó fuera a Miranda y puso el centro para que Ajeti, más rápido que Edgar y Víctor, pusiera el primero. Pero las cosas iban a peor.
Las sensaciones en defensa eran nulas, cualquier acción podía terminar en la portería custodiada por Bravo hasta que se confirmaron esos temores con el segundo. Penalti bien transformado por Juranovic causado por el derribo del guardameta chileno al delantero del Celtic. Pudo haberse evitado de no ser por la mala defensa del contraataque escocés donde Víctor Ruiz no pudo cortar el pase directo a Ajeti. El Celtic dominaba el encuentro con la posesión del balón. Se encontraban un bloque medio-alto, robando balones muy cerca del área y ocasionando mucho peligro con un movimiento del balón muy rápido. No se andaban con chiquitas, un juego muy ofensivo que por suerte se pudo paliar. En estos minutos se comprobó la necesidad de esa inteligencia táctica y la contundencia en las intercepciones de Guido y Pezzella, que aportaban una gran mejoría en la defensa verdiblanca.
Pero todo cambió en un abrir y cerrar los ojos y se vio con un punto clave: la presión. Al Betis le sirvió con empezar a estirarse en el campo y adelantar líneas para agobiar al rival ante la imposibilidad de sacar el balón y poder recuperar el balón en el centro del campo. Los sevillanos se acercaban cada vez más al área hasta que abrieron su marcador. Miranda, todo un pulmón por la izquierda, llega raudo para combinar con Fekir y, gracias a la suerte y la calidad del francés, batir a Joe Hart en un gol que significaría mucho para el resto del partido.
El partido empezaría a complicarse y el Celtic se quedó dormido, momento que aprovecharon para girar 180º la situación del encuentro. Joaquín dio un pase que es medio gol a Borja Iglesias, que tuvo mucha capacidad de anticiparse a los defensas en este tipo de acciones, y éste no dudó en cederla a su compañero Juanmi para dejar descolocado al portero inglés. El club de Glasgow ya empezó a sentirse más pequeño, más inferior pero nunca dejaron de intentar crear peligro.
En la segunda mitad el comienzo del Betis era fulgurante. Seguían las constantes ofensivas verdiblancas con la confianza de saber cómo coger al toro por los cuernos. Seguían cayendo los goles y en 8 minutos entraron los tantos de Borja y Juanmi para el club. A partir de ese momento, los de Pellegrini seguirían en el guion establecido durante el resto del partido: presión alta y control del balón para tener esa superioridad que necesitaron desde el principio del partido. Aunque se veían cómodos en el encuentro, los béticos empezaron a sufrir al final con gol a balón parado, pero por suerte no afectó mucho.
Encuentro de menos a más para los pupilos de Pellegrini. Demostraron que son capaces de remontar y defender bien un resultado, además de acertar en los cambios tácticos para frenar el juego directo de los de Postecoglou. Pero también dejaron claro que hace falta un fondo de armario decente para competir en las tres competiciones.