Tras una terrible racha con Javier Calleja a los mandos, el Deportivo Alavés contrató los servicios de José Luis Mendilibar, un viejo conocido en el fútbol español y un entrenador con un estilo muy definido. En los dos partidos con el nuevo técnico ha cosechado dos empates en casa frente a Real Sociedad y Athletic Club. A raíz de ahí, Mendilibar continúa con su filosofía del 4-4-2, los balones en largo sobre el punta y ganar las segundas jugadas.
En fase ofensiva sigue siendo un equipo con dificultades, al que le falta talento en la creación y calidad en el último tercio para marcar las diferencias. No obstante, sin la pelota sí se ha manejado de mejor forma. Está yendo a presionar mejor, no está dejando apenas grietas en el entramado defensivo, está ganando duelos… no concede metros a su rival. Exige muchísimo más que antes.
En el partido de ida, el equipo de Pellegrini supo gestionar el partido y, pese a no estar especialmente fino en el último tercio, aprovechó una acción aislada en el tramo final para llevarse la victoria. Tuvo algunos tramos donde le tocó sufrir, pero supo defenderse bien en área propia y reponerse al acoso del conjunto babazorro.
Se espera un partido de máxima exigencia física para los del Ingeniero, más aún tras lo acontecido el fin de semana. Asimismo, la presencia de Joselu y el trabajo de Mendilibar en las segundas jugadas también será un desafío importante para la pareja de centrales y el doble pivote verdiblanco. Pese a la buena dinámica todo hace indicar que se trata de un enfrentamiento de lo más complejo.