Queridos lectores. El Betis perdió el domingo en Vigo, pero quizás es la primera derrota en los últimos años, que no me deja sensación amarga. La primera razón, porque se veía venir con el inicio de partido, el golazo en contra a las primeras de cambio y la expulsión clara de Luiz Felipe que lastraron al Betis, que hizo méritos para remontar, pero al que la pelota no le quiso entrar en Vigo.
Todo bético estaba pensando en Roma (que por cierto desde aquí desearos buen viaje a los desplazados), y quizás Pellegrini con el once también, quizás un error, pero esto es fútbol, y no se puede negar que el del jueves en el Olímpico es un partido de los de traje de chaqueta y alfombra roja, que siempre gusta ganar.
Cuando pienso en como estará la capital italiana el jueves, me lleno de orgullo de los mios y de envidia de no poder acompañar a mi gente en una romería continental. Perder el domingo podía entrar en los planes, pero hay maneras y maneras de perder, todos los condicionantes estaban en contra y el destino quiso que el Betis perdiera en Balaídos.
Ahora toca levantar cabeza, disfrutar el viaje y honrar las 13 barras en uno de los destinos más bellos y míticos del fútbol europeo. Desde aquí que la fiel infantería Bética disfrute el viaje, beban, canten y traigan los 3 puntos, y lo más importante, que vengan todos de vuelta a seguir disfrutando del Betis.
Gloria al Betis siempre, y larga vida a sus fanáticos. Roma, los fieles soldados de Heliópolis te saludan