No recuerdo quien dijo eso de “el fútbol es un deporte de 11 contra 11 en el que Alemania siempre termina ganando el mundial”, pues algo parecido pasa con el derbi sevillano en el que casi siempre acaba venciendo el Sevilla. Este año lo teníamos todo de cara, un Sevilla más malo que la chapa de un Dacia, un Betis con un equipazo, el escenario perfecto, el público entregado e ilusionado… Pero llegó el acólito de Medina “Cantajuegos” y reventó la noche.
Lo que vivimos el domingo fue el mayor atraco desde que” El Dioni” se llevó un furgón blindado y se marchó a Brasil con los millones para gastárselo en putas y mojitos. El guion del partido iba según estaba previsto, el Betis jugaba tranquilo esperando la oportunidad y el Sevilla con la cara más desencajada que un hermano del Cachorro cuando ve que viene negro por Huelva. Entonces llegó la expulsión de ellos por una entrada criminal, gol nuestro de rebote (que más se puede pedir) y cuando estaba ya el plato guisado solo para corregirle el puntito de sal decidieron quemar el cocido con la expulsión de Fekir.
Desde arriba ya estaba decidido de antemano que no se iba a permitir que le pintásemos la cara y dicho y hecho, así fue. La roja a Borja Iglesias se ajustaba al reglamento pero el daño ya estaba ejecutado y todo quedo listo para que se hiciera realidad un atraco premeditado con total alevosía y nocturnidad.
Pero no pudieron con nosotros, el Betis se defendió con uñas y dientes, una defensa numantina a base de esfuerzo y compromiso. El Sevilla como equipo de fútbol es un cadáver y ni con superioridad numérica y la ayuda del árbitro pudieron doblegarnos. Al equipo zombi le dio tiempo a dar un mordisco para llevarse un empate que les supo a gloria, esta vez no salieron huyendo y se quedaron a celebrar un punto que los deja pegaditos al descenso, tanto les gustó que incluso contrataron un payaso para entretener a su público mientras se desalojaba el estadio.
Nuestro Betis está en puestos de Liga de Campeones, ellos en las profundidades de la cueva pasando frío y recordando tiempos mejores, ojalá siga todo igual y que el año que viene no haya derbi…
Sigamos disfrutando de este equipo, se vienen cosas grandes y momentos fabulosos, viva por siempre el Real Betis Balompié.