2022 ya está cerca de su punto final y con él se van 365 días de continuas subidas y bajadas en el Betis Féminas. Dos entrenadores, jugadoras que vienen y van y un proyecto que parecía coger rumbo pero que volvió a empezar en el punto de partida en verano.
El año empezó de forma inmejorable. En el mes de enero sumó 10 de 15 puntos posibles. Un registro de mérito teniendo en cuenta que la única derrota del mes llegó frente al FC Barcelona. Esa racha permitió alejarse del descenso a las verdiblancas, casi certificando la permanencia. Un paso adelante después del sufrimiento de las dos temporadas anteriores. A partir de ahí comenzó la caída libre. La última victoria de la temporada llegó en la primera semana de febrero, frente al Alavés. A los malos resultados en liga se les sumó el descalabro en Copa de la Reina. Un duro correctivo por parte del Levante dejó a las verdiblancas sin el sueño copero un año más.
La noche antes del último partido de liga se desató la tormenta. Juan Carlos Amorós anunció a través de Twitter su marcha del banquillo bético. Los motivos de su inesperado adiós quedaron expuestos en dicho comunicado. El técnico madrileño señaló que existían visiones diferentes sobre el proyecto con la dirección deportiva y que lo mejor para ambos era no continuar al frente del proyecto.
Una vez Amorós y el Betis separaron sus caminos apareció Francis Díaz. El entrenador tinerfeño llegó tras una extraordinaria temporada al frente del Granadilla, pero no tendría nada fácil hacer olvidar a su antecesor. A pesar de la mala racha final Amorós se había ganado el cariño de la afición verdiblanca, ese que Francis aún no ha conseguido a pesar de algunas victorias de peso.
El verano fue movido entre salidas y llegadas. Hubieron bajas sensibles en todas las líneas del campo, a excepción de la portería. La más dolorosa la de Andrea Medina, más por lo sentimental que por lo deportivo. Llegaron refuerzos marcados en su mayoría por la falta de experiencia en la élite. De esta forma desde la dirección deportiva se le dio continuidad a una línea de fichajes de jugadoras jóvenes que ya empezó a seguirse la temporada anterior.
El Betis Féminas ha acabado el año con una sensación agridulce. Las verdiblancas entrarán al nuevo año a cuatro puntos del descenso y ya eliminadas de Copa de la Reina. La temporada está siendo irregular, consiguiendo victorias importantes como el derbi o frente al Athletic Club en el Benito Villamarín pero sufriendo derrotas dolorosas como la del Levante o la última frente al Atlético de Madrid. Los béticos y béticas seguro ya tienen hecha sus cartas de Reyes y uno de sus deseos es ver al Betis Féminas pasando una vez más un final de temporada tranquilo como en el 2022.