Real Betis y Real Madrid firmaron las tablas en un duelo igualado y de poder a poder, con oportunidades en ambas porterías y donde los de Pellegrini supieron responder al intercambio de golpes para sacar un magnífico punto.
Con las sensibles bajas de Canales y Fekir era toda una incógnita saber que rendimiento por parte del Real Betis veríamos en tan importante duelo ante todo un Real Madrid, pero la realidad es que los verdiblancos supieron sacar coraje y orgullo para igualar la calidad que atesora el Real Madrid y en la primera parte vimos más y mejores llegadas de los verdiblancos que los vigentes campeones de Liga y Europa. Con Ayoze por detrás de Borja Iglesias y con Rodri y Aitor Ruibal por las bandas, el esquema del Betis no invitaba a la aventura del ataque, pero el juego de intercambio de golpes entre ambos equipos fue bien recibido por un Betis valiente y sin miedo.
El Real Madrid asustaría primero, pues una falta directa de Benzemá se colaba por el palo de Claudio Bravo después de tocar en la barrera. Las protestas de los jugadores verdiblancos a Soto Grado surtieron efecto, pues el VAR llamó al colegiado y lo anuló por mano de Rudiger, quién desviara la pelota haciéndola imposible para el portero chileno. El susto aplacó al Betis, que perdió la posesión y le costó volver a tener protagonismo, pero con mucha verticalidad los verdiblancos se plantaban en el área de Courtois. La más clara, un disparo de Ayoze desde fuera del área que le hace un extraño al belga y mete la mano como puede para mandarla a córner. Ese fue el disparo con mayor peligro de la primera parte, donde el Betis fue mejor, pero acabó acusando la ausencia de sus dos piezas clave, pues muchas llegadas rápidas y con espacios terminaban en nada por errores en el último pase.
Ya en la segunda parte, el Betis iría poco a poco perdiendo presencia en ataque, sobre todo por culpa de un Real Madrid que no se conformaba con el empate y buscaba con ahínco la portería verdiblanca. Primero avisó Benzemá, en un disparo desde dentro del área que repele Bravo, aunque no por eso el Betis no dejaría de tener alguna que otra ocasión. En una de ellas, Lucas Vázquez pierde la pelota en salida, Miranda se la roba, encuentra solo a Borja Iglesias dentro del área, pero dispara flojo y lento y Courtois se le hace enorme para sacar una pelota que iba dentro. Rodrygo fallaría un mano a mano con Bravo, mandando a las nubes un centro de Valverde.
Pellegrini daría entrada a Willian José, Luiz Henrique y Guardado para refrescar el equipo. Por su parte, Ancelotti dio entrada a Carvajal, Nacho y Ceballos, un Ceballos que fue recibido con pitos y aplausos casi a la par, y que rindió, quién sabe por qué, con un déficit de ritmo inesperado en él.
El partido nació y murió en un intercambio de golpes, donde finalmente ninguno de los equipos salió victorioso. Un Betis valiente y sin miedo a la batalla. Un Madrid espeso, pero vertical, sin ser capaz de hincarle el diente a los verdiblancos. Empate justo y punto de oro para un Betis que se lleva un excelente premio por orgullo y coraje.