Un robo más del Real Madrid en el Benito Villamarín. Uno más. pero cuando el VAR está por medio duele más a la par que se hace menos comprensible que estas cosas sigan pasando en el mundo del fútbol. La mejor liga del mundo sigue dejando mucho que desear por las incongruencias del arbitraje, que cambian a su antojo segúnlos equipos, el minuto o el campo. Como si la buena labor de un árbitro haciendo su trabajo, por el que cobra (y no poco precisamente), fuera una lotería que a veces que toca o a veces no.
Aun así, el Betis fue mejor durante todo el partido . O al menos durante el tramo del partido en el que De Burgos Bengoetxea, un viejo conocido, comenzó su show especial en el prime time. Eso sí. El Real Madrid salió en modo apisonadora, deseoso por ganar y demostrar que no había dudas posibles tras el empate a cero de la pasada jornada. Con dos tiros a puerta los blancos metieron dos goles, aunque uno anulado por fuera de juego. Antes del tanto de Valverde, Sanabria perdonó en un cabezazo franco que Courtois sacó de manera magistral. Poco después, imprecisión de la defensa, se duermen Alex Moreno, Mandi y Bartra y Valverde se cuela entre los centrales para empujar el pase de Benzemá. Premio para el Madrid.
Pero el Betis no se vino abajo. Supo sufrir los arreones de un Real Madrid que buscó el segundo y casi lo encuentra en un disparo de Sergio Ramos que era más difícil fallarla que meterla. Los de Pellegrini fueron creciendo en el partido con la posesión y empezaron a meter a los blancos atrás. Llegaron las ocasiones, llegó la verticalidad y los uys en la portería blanca. Hasta que de un centro en jugada ensayada de córner lo remata Mandi y empata el partido. No hubo tiempo para que los merengues reaccionaran. El Betis siguió empujando y de un disparo fuerte de William Carvalho llegó el segundo dos minutos después.
Y la clave del partido estuvo en que el Betis no fue capaz de meter el tercero o el cuarto antes del descanso. El Real Madrid era un muñeco en manos de un Betis que estaba controlando el partido a la perfección y sin permitir contragolpes de peligro, el único arma blanca de la primera parte. El VAR ya desapareció en un más que posible penalti sobre Fekir que el colegiado y los de la pantalla dieron como fuera del área.
Y ahí estuvo el partido. Dos uno tras el descanso y al primer fallo atrás, gol del Madrid. No encima Alex moreno, que deja mucho espacio a Carvajal, balón medido al corazón del área y Emerson tiene la mala fortuna de anteponerse a Benzemá y empujar la pelota dentro. Empate del Real Madrid en un minuto clave. Pero todo se torció cuando comenzó el citado show de la noche. Primero expulsando a Emerson por una falta sobre Jovic al borde del área cuando encaraba mano a mano. Faltita, por ser comprensivos, cuando es el propio esloveno el que se cae solo cuando no logra rematar. Lo peor de todo es que el colegiado decretó fuera de juego, pero el VAR rearbitró un fuera de juego que no acabó en gol para desmentir ese fuera de jeugo, pitar la falta y expulsar a Emerson. Incomprensible el criterio arbitral una vez más.
La priemra en la frente. El Betis con uno menos y más de veinte minutos por delante. Igualdad por la borda, todo por el blanco. Partido para el Real Madrid que solo tuvo que esperar para tenerla y acertar. ¿Pero que pasa si no tiene ocasiones por que aun con uno menos el Betis estuvo metido en el partido y un disparo de William Carvalho obligó a sacar la manopla a Courtois? Pues que nos inventaos un penalti y se acabó. Penalti de VAR en una jugada que había ocurrido dos o tres minutos después. Pugna de Bartra con Borja Mayoral, el catalán cae, se lleva un codazo en la cara y en la caída toca el balón con el brazo. No necesitó más. Penalti. Para qué analizar la jugada. ¿Toca en la mano? Pues penalti. Para que mirar si era fuera de juego. Sigan. Sergio Ramos lo materializó.
Y el resto del partido fue un trámite. El Real Madrid se dedicó a defender y el Betis con no menos apenas se acercó al área. Poco más. A pesar de todo, el Betis compitió, no le perdió la cara al partido jamás y tiene muchas más cosas positivas. Está en el camino correcto y otra cosa hubiera pasado si la injusta justicia del VAR no hubiera aparecido.
