Como dijo Silvio en su canción, no busquen más que no hay. El Betis es ésto. Capaz de lo mejor y de lo peor. Histórica y culturalmente. Tan difícil de cambiar como los colores del escudo. Los de Pellegrini mostraron la peor cara de la temporada y se asemejaron demasiado a lo esperpéntico de la temporada pasada ante un Getafe que hizo una primera parte brillante y solo necesitó tres disparos a puerta para irse goleando al descanso.
Y no hay más. El Getafe es un equipo muy hecho, con las ideas muy claras. Capaz de domianr el partido sin la pelota y sin correr demasiado. Ordenado en el medio y en la presión, obligando al rival a no dudar, a estar atento y a igualarle en la presión. Se adelanta en el marcador y te duerme el partido. Te pilla desprevenido y te muerde cuando menos te lo esperas. Y el Betis es todo lo contrario. No fue capaz de igualar la intensidad y calló en la trampa demasiado pronto. El tres cero al descanso era, eso sí, un marcado demasiado abultado para lo que los locales habían ofrecido en ataque. En apenas un par de destellos los de Bordalás se encontraron con los goles. Sin exigir demasiado a una defensa que estaba muy lejos de los hombres de ataque y que fue incapaz de encontrar a Fekir o Canales. Guido y William Carvalho fueron un espejismo de lo ya demostrado y toda la solidez defensiva se cayó como un castillo de naipes.
El primer gol del Getafe llega en una jugada de combinación donde la defensa se duerme y no llega rápido a la marca. Tuvo que ser el VAR el que diera por válido el tanto de tijereta de Ángel, habilitado por Alex Moreno, y que entra con fortuna tras golpear en el cesped. El segundo, un disparo de Cucurella desde fuera del área, un poco centrado, pero fuerta al que no llega Joel Robles. Uno de esos que entra muy pocas veces y hoy encontró fortuna el internacional. El tercero, error de William en el pase atrás y regalo a los delanteros para batir en el mano a mano a Joel. Tres cero y todo por la borda.
El Betis no tuvo el día ni se le acercó. Errores impropios, fallos infantiles. Nula llegada ni creación. El Getafe fue mucho mejor y no hay más que hablar. Partido para olvidar, uno más a la larga lista, y primer punto negro en la etapa de Pellegrini. La próxima jornada toca visitar a un Valencia CF que entre quejas y líos, gana.