El Real Betis no logra pasar del empate en el primer partido de la nueva temporada 2025/26 después de firmar un partido pobre y decepcionante en líneas generales. Los de Manuel Pellegrini firmaron una seria y competitiva primera parte pero acusaron de nuevo el vicio de dormirse en los laureles y acabaron siendo castigados en uno de los dos disparos a puerta que el Elche CF pudo realizar en todo el encuentro.
La nueva temporada vuelve a arrancar con las viejas dudas de siempre. Hace mucho que el Real Betis no ilusiona desde el primer día y, como ocurriera la temporada pasada, un pobre empate es lo máximo que pudieron sacar los verdiblancos de su visita a un recién ascendido como es el Elche CF. Y eso que la primera parte del encuentro fue bastante seria, con un Betis cómodo sin la pelota y generando peligro en el contragolpe y en jugadas rápidas. De una de ellas nació el gol de Aitor Ruibal, que después de un robo en mediocampo y un pase filtrado de Roro Riquelme se queda delante del portero local a quién regatea y define como si un nueve puro fuera.
Pero el Betis de Manuel Pellegrini lleva más de un año acusando un defecto muy evidente y al que todavía no se le ve solución. Baja la intensidad a niveles desesperantes, se deja dominar y acaba pagando el vicio de irse de los partidos. Cierto es que en la segunda mitad tuvo una y dos y tres ocasiones para doblar la ventaja. La más clara, una en la que el Cucho Hernández se queda solo delante del portero, pero entre la buena salida de éste y la mala ejecución del delantero colombiano, la pelota se acaba marchando fuera por precipitada definición. También un contragolpe que el Chimy Ávila define mal y alguna que otra llegada de Lo Celso que la precipitación general de los hombres de ataque mandó al limbo.
Pero el Elche fue poco a poco creciendo con la pelota, viendo como su rival cada vez estaba más metido en su campo y sin ser capaz de aguantar la posesión. Demasiado hipotecado a guarecerse atrás y salir a la contra. El Betis perdonó y el Elche no. Después de un parón para la hidratación, la defensa bética salió dormida y en tres pases Germán Valera recibe solo en área pequeña y bate a Pau López, que hoy regresaba a la portería bética en partido oficial.
El empate en el minuto 80 parecía inevitable y así fue. Los cambios en el Betis se antojaron cortos y pobres. Ni el Chimy Ávila, ni Bakambú están para ser revulsivos de nada. Y a Pablo García todavía parece que se le queda muy grande la Primera División. Al Betis le hacen falta refuerzos que aumenten el nivel del once titular, muy acusado sobre todo por la baja de Isco, que es capitán general de un equipo descabezado sin el de Arroyo de la Miel. LaLiga no ha hecho nada más que empezar. El viernes llega el Deportivo Alavés a La Cartuja. Manu Fajardo tiene quince días para arreglar esto.
