- El Real Betis regresa a la senda de la victoria con un partido contundente, serio y solvente ante un RCD Mallorca que no tuvo opción de inquietar la portería de Álvaro Valles.
Cuando un equipo como el Real Betis, con la calidad que tiene en línea de tres cuartos, sale a un terreno de juego a ganar el partido es diferencial. Anoche lo hizo en La Cartuja y a los diez minutos de partido ya iba ganando. Cierto es que debido a una individualidad de Antony, que clava un zurdazo a la cepa del poste pillando frío todavía al meta finlandés del Mallorca.
Pero el Betis volvió a adolecer de ese pecado casi crónico y se olvidó de la pelota y casi del partido. Marcó, se adelantó y se dedicó a contemporizar un partido que tenía tintes de encarrilar pronto y acabó convirtiéndolo en gris y tonto por la manía de dar la pelota al rival y hacer que este se creyera que podía meterle mano a los locales. El Mallorca no inquietó pero poco a poco iba encontrando la manera de acercarse al área y encontrar a Muriqi, incluso el delantero kosovar tuvo un cabezazo claro que no llegó a rematar bien para fortuna del cuadro verdiblanco.
Pero el Betis es un equipo tan diferencial cuando cruza la línea de medio campo que cuando la pegada le sale, solventa. Y fue Antony, después de una pared con Bellerín que la clava en la escuadra poniendo el 2-0 fácil y sin despeinarse. Y apenas unos minutos después, asistencia para que sea Abde quien ponga y firme el tercero. Tres tiros a puerta, tres goles de un Betis con pegada y que solventó un partido que por sus propios defectos pareciese que se estaba poniendo tonto.
Con el partido ventilado y el rival deseando que pasase el tiempo lo más rápido posible, la segunda parte fue un paseo bético que pudo acabar en una goleada sonrojante. Pero este Betis sigue obcecado en no sacarle todo el jugo a la calidad en ataque de la que goza y sigue desperdiciando ocasiones y goles cantados, que hoy se olvidarán por la contundente victoria, pero que luego se echan de menos en otros partidos. Y este Betis está obligado a exigirse marcar mucho y acostumbrarse sobre todo a marcar mucho. Antony tuvo el hat-trick y lo erró. El Cucho también tuvo dos claras ocasiones que mandó al limbo.
Victoria, tres goles, tres puntos y refuerzo a la idea y a la confianza. El Betis recibirá al Olympique de Lyon el próximo jueves en La Cartuja y visitará al Valencia CF en Mestalla el próximo domingo para cerrar este tramo de la temporada antes de un nuevo parón de selecciones. Hacerlo con dos victorias sería obligar a poner en bandeja la renovación de Pellegrini.

