Partiendo su idea desde el 4-2-3-1, Gaizka Garitano asigna diferentes roles a cada uno de sus futbolistas. Sitúa un pivote posicional (Dani García) acompañado de un jugador más asociativo (Unai López) y una línea de tres conformada por dos extremos que pisan zona interior y un mediapunta (Raúl García) que busca la lucha aérea para ayudar a su delantero (Iñaki Williams).
Es un equipo que propone un juego muy vertical y directo. Juega en largo sobre Raúl García buscando asentar un ritmo alto en campo contrario profundizando por fuera para cargar el área y centrar. Este planteamiento suele variar en función de una pieza: Iker Muniain. Con este sobre el campo recibiendo entre líneas, juntando pases y proporcionando un punto de talento en 3/4, el Athletic es un equipo más peligroso en ataque posicional.
Garitano está teniendo muchos problemas a la hora de encajar las piezas en su delantera. Le está costando equilibrar a Muniain, Raúl García y Williams para que los tres estén cómodos, potenciados por el contexto. Viene en una dinámica de resultados y de juego muy pobre. No termina de encontrar una identidad de juego que le haga competir para potenciar sus piezas al máximo nivel.
Es un conjunto muy agresivo e intenso, que suele presionar arriba a los equipos que proponen salida desde atrás para robar y buscar la portería contraria de forma inmediata. Será un encuentro en el que los de Garitano intenten imponer un ritmo alto para superar, mediante la intensidad, al plan del Real Betis.