El Granada de Diego Martínez es un equipo que compite siempre. Dominando todos los registros es capaz de superar a sus rivales. Es un conjunto capaz de atacar posicionalmente, salir desde atrás, jugar en largo, contragolpear, defender en parado, presionar en campo contrario, defender en bloque medio… es capaz de competir en cualquier contexto del juego, usando una idea u otra en función de su rival.
En referencia a su esquema, Diego Martínez ofrece a su equipo una gran cantidad de variantes. Puede plantear tres centrales, la doble punta, un 4-3-3, un 4-2-3-1… los nazaríes no poseen un modelo definido de juego, ni un esquema ni una idea. Son capaces de variar en función del rival y del contexto del encuentro.
Con balón, es un equipo que domina la salida desde atrás con un Luis Milla excepcional, es capaz de jugar en largo sobre Roberto Soldado para ganar la segunda jugada, produce superioridades por fuera con los laterales y los extremos, imprime un ritmo muy alto en los últimos metros, contragolpea con sus jugadores más veloces… tiene la capacidad de generar ocasiones de diversas maneras.
En fase defensiva, ya sea yendo a presionar o defendiendo en parado, es un bloque sólido y compacto. Lleva a cabo sus movimientos de forma intensa y coordinada. Un conjunto capaz de proponer un planteamiento más o menos arriesgado, pero igual de competitivo. De esta forma, y utilizando las diversas herramientas que su profundidad de plantilla le ofrece, Diego Martínez plantea a su antojo diversos escenarios de partido, a sabiendas de la versatilidad que posee su plantel.
Los de Diego Martínez, ya sea intentando dominar un encuentro, o siendo más conservador, logra competir a las mil maravillas. En parte, lógicamente, por las características de la plantilla.