En el fútbol, la fórmula del éxito más rápida y sencilla es la de ganar. Pero hace ya muchas temporadas que el conjunto de las trece barras había acostumbrado a sus aficionados a tirar por tierra cualquier oportunidad de escalar posiciones en la tabla y aspirar a cotas más altas bajo su honorífico título de «resucita equipos». El mismo que muchos aficionados osan adjudicarse sin haber vivido en sus carnes lo que significa ser bético.
Cualquier equipo normal, que no es el caso del Real Betis, temería enfrentarse a un equipo en plena racha positiva de resultados. En cambio, los peores presagios verdiblancos aparecen cuando un equipo necesitado de puntos se topa en su camino. ¿No juegas bien? Ahí está el Real Betis. ¿No ganas? Ahí está el Real Betis. Hace ya mucho que el beticismo estaba curado de espanto con este asunto, pero desde la llegada de Manuel Pellegrini, algo parece estar cambiando.
En una temporada marcada, sobre todo en sus inicios, por la irregularidad, el Real Betis ha apuntillado más de lo que ha regalado. Y eso que transcurridas apenas 11 jornadas de campeonato, los de la Palmera ya habían sido goleados por Real Sociedad, Athletic Club o SD Eibar sin apenas poner oposición. Pero la vacuna de la competitividad llegó a tiempo a Heliópolis para que Manuel Pellegrini se la inyectara a sus futbolistas.
Primero ocurrió en El Sadar, cuando el conjunto bético (9º) visitaba a un CA Osasuna que, en caso de encadenar ante los heliopolitanos su quinto encuentro consecutivo sin conocer la victoria, caería a los puestos de descenso. Fue entonces cuando los pupilos de Manuel Pellegrini vencieron por 0-2. También ocurrió en el Benito Villamarín ante el Cádiz CF. Los de Álvaro Cervera habían ganado tres jornadas atrás al FC Barcelona, pero tras el triunfo por 1-0 de los verdiblancos –que supuso el empate a 19 puntos entre Real Betis y Cádiz–, los amarillos acumularon hasta 5 encuentros sin sumar de tres.
Pero es que en 2021 volvió a pasar. De manera casi consecutiva –con dos encuentros ante la Real Sociedad de por medio–, los verdiblancos vencieron en el Benito Villamarín a Celta de Vigo (2-1) y CA Osasuna (1-0). Cuando las aspiraciones europeas de los pupilos del Chacho Coudet parecían desvanecerse tras haber caído estrepitosamente ante el Villarreal CF, ganó el Real Betis. Cuando los rojillos, en 17ª posición, parecían sacar la cabeza del pozo tras haber conseguido su primera victoria en 14 partidos, ganó el Real Betis.
Y más recientemente, los pupilos de Manuel Pellegrini lo han vuelto a hacer. Tras derrotar al submarino amarillo, que acumulaba cuatro empates consecutivos y veía cómo el Sevilla FC se alejaba en la lucha por los puestos de Champions League, el Getafe CF de José Bordalás aterrizaba en Heliópolis con la esperanza de encontrarse a ese «resucita equipos» que en tantas ocasiones le había sacado las castañas del fuego. Pero los azulones (14º) no pudieron más que sumar su 12º derrota del curso, la 4ª de forma consecutiva.
Equipos tan necesitados de puntos como Cádiz CF o Deportivo Alavés serán los próximos en pasar por la taquilla bética. Es por eso que en la mano de los jugadores y el entrenador verdiblanco, inmersos en la lucha por los puestos europeos, estará dejar en blanco los casilleros de puntos tanto de amarillos como babazorros. El presente y futuro de la entidad heliopolitana pasan por vender ese título de «resucita equipo» al mejor postor, un título que tan malos resultados deportivos le ha traído al equipo y tantas tardes de sufrimiento le ha provocado al beticismo. El presente y futuro de las trece barras pasa por que el Real Betis, más que resucitar equipos, los sentencie.
