El Cádiz de Álvaro Cervera es uno de esos equipos que no esconden sus armas, que no disimulan cómo pueden hacerte daño. Su idea es clara y concisa. Con el paso de las jornadas el conjunto cadista ha ido teniendo más dificultades en el juego y no está logrando generar dudas a su rival tal y como lograba hacer a principios de la temporada.
Partiendo desde el 4-4-2, la idea de Cervera es muy defensiva. Busca defender en bloque medio-bajo con el objetivo de transitar una vez que haya robado. No quiere posesiones largas ni ataques posicionales; no quiere ser el protagonista ni quien lleve la iniciativa del juego. Jugadas a balón parado y transiciones. A nivel defensivo es un equipo muy compacto; defiende en pocos metros con las líneas muy juntas y, además, Cervera utiliza en sus onces jugadores de un perfil con tendencia defensiva: trabajadores y sacrificados sin balón.
En el partido de ida, los de Manuel Pellegrini tuvieron muchas dificultades en ataque posicional. Una circulación demasiado lenta, dificultades para romper las líneas del rival… además sufrió bastante en defensa cada vez que los cadistas tuvieron la oportunidad de acercarse a la portería de Joel Robles. Evidentemente, la baja de Sergio Canales y la pésima dinámica en la que el Betis llegaba también impactaron en el equipo de forma negativa.
A pesar de las rachas opuestas, Betis y Cádiz se juegan mucho en tierras gaditanas. Unos con el objetivo de meterse en Europa y otros con la finalidad de no seguir aproximándose a puestos de descenso.