El Real Betis no fue ni mejor ni peor. No mereció ganar pero tampoco perder. El Real Betis estuvo a la altura, pero en ocasiones no basta con eso. En partidos como #ElGranDerbi hay que cuidar hasta el más mínimo detalle, porque una línea mal tirada o una salida del todo imprecisa pueden condicionar un partido y un resultado. Y eso fue exactamente lo que pasó. Tras unas muy buenas actuaciones, todo sea dicho, el nerviosismo se apoderó de Joel Robles en el peor partido posible. El tiro de Youssef En-Nesyri entró mientras que el de Nabil Fekir no y los tres puntos terminaron quedándose en Nervión. Pero la segunda derrota del Real Betis en 2021 no es una derrota cualquiera.
El cuadro heliopolitano empezó perdiendo #ElGranDerbi del pasado mes de enero pero terminó llevándose un punto. Ayer, los de Manuel Pellegrini tuvieron que remar a contracorriente desde muy pronto ante el eterno rival, pero en esta ocasión los verdiblancos se marcharon del Ramón Sánchez-Pizjuán con las manos vacías. Competir contra un equipo de Champions League siempre es positivo. Sin embargo, competir y superar en sensaciones pero no en el marcador al Sevilla FC no lo es tanto. La derrota cosechada ante el FC Barcelona no hizo mella en la confianza de un equipo que encadenó hasta cuatro triunfos consecutivos, por lo que esta tampoco debería tirar por tierra el trabajo de Manuel Pellegrini.
La derrota y actuación que sí pasó factura fue la del Athletic Club. Pero no al Real Betis al completo, sino a Sergio Canales. Hace ya varias jornadas que la varita del ’10’ no funciona y, aunque a los béticos no les ha ido del todo mal, el equipo necesita que recupere su magia. #ElGranDerbi no ha hecho más que evidenciar el mal momento por el que pasa el cántabro, incapaz de ayudar a Guido Rodríguez con el mono de trabajo –el argentino se vio desbordado en la medular con las pobres actuaciones de Sergio Canales y Andrés Guardado– ni a Nabil Fekir a la hora de enfundarse el esmoquin. Un Nabil Fekir que dejó en el minuto 93 el fiel reflejo de un quiero y no puedo.
El Real Betis quiso pero quien pudo fue el Sevilla FC. Es por eso que, en la tormenta futbolera que rodea y rodeará durante varios días la ciudad de Sevilla, la efectividad sevillista estará en muchas ocasiones por delante de la polémica. Los verdiblancos tuvieron ocasiones igual o más claras que sus vecinos rojiblancos, pero un detalle (negativo para los de Manuel Pellegrini, positivo para los de Julen Lopetegui) fue lo que determinó el 1-0 final. Bono tocó el tobillo de Sergio Canales y Mateu Lahoz pudo pitar penalti para los visitantes, pero las dudas de Joel Robles y la efectividad de Youssef En-Nesyri son las que determinaro #ElGranDerbi número 100 de Primera División.
A pesar de no haber aprovechado el pinchazo de la Real Sociedad ni haber recortado puntos al cuarto clasificado de LaLiga Santander, los jugadores de las trece barras deberán quedarse solo con lo positivo. Tanto los pupilos de Manuel Pellegrini como el propio Ingeniero deberán quedarse con que Borja Iglesias, a pesar de no ver portería, sí fue el delantero referencia que tantas posibilidades ofrece al plan de ataque bético. Jugadores y técnico deberán quedarse con que la mejoría de Nabil Fekir no fue un espejismo, sino una realidad. La tripulación y el capitán del barco deben tener claro que el Sevilla FC no fue un iceberg, sino un leve escollo en la ruta que debe llevar a la nave verdiblanca, otra vez, a los mejores puertos europeos.