El plan de Pellegrini sigue en pie. El Real Betis se ha convertido en un equipo muy serio en defensa y que al final siempre acaba marcando. Más que suficiente para ganar partidos y seguir en la pelea por Europa. Con los tres puntos de esta noche iguala a la Real Sociedad a la espera de su partido frente al FC Barcelona.
A este Betis le siguen saliendo las cosas. Pese a tener un plan demasiado previsible, el resultadismo le sigue valiendo a los verdiblancos, que jugando mejor o peor siguen sumando de tres. Había mucha expectación por ver como saldría el Betis a escena tras el varapalo del derbi y ante un rival que, en los últimos años, se le ha dado horriblemente mal. Le costó entrar en el partido. Ritmo lento, poca profundidad y muchos espacios para un Levante que se dedicó a correr y a llegar con cierto peligro, aunque sin incordiar al hoy titular Claudio Bravo. El Betis, poco a poco consiguió maniatar al Levante, cerrar espacios, controlar las subidas con velocidad y tener más la pelota. Y eso le dio para tener llegada y crear peligro. Un disparo de Guardado desde fuera del área obligó a Aitor Fernández a sacar la manopla abajo y el rechace de Fekir fue anulado por fuera de juego. Con Canales otra vez desaparecido, al Betis le costaba un mundo entrar por dentro y todo lo evidenciaba por la banda de Álex Moreno, cuyo probabilidad de acierto en un centro es demasiada lotería para un equipo que quiere jugar Europa, pero su sola habilidad para desmarcarse y regatear fue un dolor de cabeza para los visitantes. Tuvo en sus botas las más clara tras plantarse solo ante el portero, pero su disparo – entre centro y tiro- se fue desviado. El Betis parecía que hoy sí podría irse ganando al descanso, pero anda más lejos de la realidad.
Tras la reanudación el Betis volvió a salir dormido. El Levante le puso una marcha más al partido y a los verdiblancos les costó entrar en ritmo. Los de Paco López tenían la posesión, el juego y la velocidad. El Betis corría detrás de su rival y la posesión siempre terminaba en un error o pérdida. Canales seguía perdido y Mandi fue el mejor sosteniendo al equipo con cortes, recuperaciones y despejes en momentos y jugadas clave. La amarilla a Guido condicionó su juego y Pellegrini tuvo que optar por darte entrada a William Carvalho, y de paso, a Juanmi por un Diego Lainez voluntarioso, peor ya está. Hoy intentó echarse el equipo a las espaldas pero esta vez el equipo no le siguió.
Pero cuando peor estaba el Betis, Fekir se sacó de su chistera el gol de La Liga. Recibe de espaldas en campo rival muy cerca de la línea de centro. Se da la vuelta esquivando al defensor que ya le encimaba, echa a correr, se va de uno, de dos y de tres, se planta ante Aitor y con la derecha lo bate por bajo. Un auténtico golazo. Algo que no se ve todos los días y para lo que Nabil Fekir vino. Para ser ese jugador determinante, uno de los mejores de LaLiga y que decide partidos cuando le da la gana. Celebración conjunta para Cristian Tello, ausente hoy por el reciente fallecimiento de su padre.
Con el gol, el Levante se vino abajo. Ya no era ese equipo correoso ni veloz. El Betis supo pararlo muy bien gracias al incesante trabajo de Emerson, Alex Moreno y Guardado. Y se empezó a jugar a lo que William Carvalho quiso. El luso manejó el centro del campo, el ritmo, encontraba pases que solo él veía y el Levante pasó a ser un gato tras el ratón. El segundo llegó pronto. Disparo de Canales tras una falta sacada en corto que Aitor despeja, el rechace lo pilla Mandi que vuelve a estrellarse en Aitor, y a la tercera le cayó a Juanmi que solo tuvo que empujarla. Gol con permiso del VAR, que no anuló el gol tras comprobarse que no hubo fuera de juego en ningún momento y todo fue gracias a la pasividad defensiva del Levante. Y pudo llegar el tercero, pero Fekir hizo la más difícil y erró la más fácil. Error en salida del Levante que le regala el balón al francés. Éste cede para Canales que le devuelve la pared de tacón, y solo ante Aitor se la coloca y la manda fuera cuando todos cantaban el tercero. Inexplicable error. De esos que se ven tan fácil que se fallan.
El partido fue muriendo poco a poco en las botas del Betis, que controló el juego como quiso y acabó dando la puntilla al Levante con pausa, toque y un puntito de desgana por parte del rival. Pareció fácil, pero no. El Betis volvió a jugar con fuego y, por suerte, el resultado le vale y suma otros tres puntos más y una nueva portería a cero. Ahora se irá al parón con más alegría.