Ya no hay margen de error. El Real Betis, que consiguió aventajar hasta en 5 puntos al Villarreal CF y llegar a la jornada 29 empatado en la clasificación con la Real Sociedad, tendrá que aferrarse más que nunca al eslogan del partido a partido. En la última etapa de «descanso» antes de su Tourmalet particular –Atlético de Madrid, Athletic Club y Real Madrid–, los pupilos de Manuel Pellegrini se dejaron los (dos) puntos en el Martínez Valero y las buenas sensaciones en Sevilla. Desde que Borja Iglesias convirtiera el primer y único tanto bético del partido, todo fue cuesta abajo y sin frenos para el cuadro de la Palmera.
Con 0-1 en el marcador, varias ocasiones claras para sentenciar el encuentro –ay, Canales– y un rival que no había tirado a portería durante la primera media hora de partido, todo parecía apuntar a que un espeso Real Betis podría conseguir un resultado parecido al del choque de ida (3-1). Pero con el Sergio Canales de las últimas jornadas, la presencia de William Carvalho en la medular, sin la intensidad y precisión habitual de Guido Rodríguez, y la debilidad defensiva de Álex Moreno, el punto terminaría siendo un alivio más que una decepción. La plantilla bética es una piña, pero se nota en exceso cuando jugadores que están lejos de la dinámica grupal entran en acción.
Manuel Pellegrini ha demostrado ser un recuperador de futbolistas nato. Pero no en el plano físico, sino en el anímico y futbolístico. Véase sino los casos de Borja Iglesias, Diego Lainez, Víctor Ruiz o incluso (durante un breve periodo de tiempo) Joel Robles. Pero sigue habiendo casos entre sus pupilos que se le resisten al Ingeniero. La plantilla del Real Betis es limitada y tanto el centrocampista portugués como Loren Morón no terminan de aportar al equipo cuando más se les necesita. Ya sea por actitud o por aptitud, hay quienes no aportan ni juego, ni goles, ni ganas.
Por suerte para el Real Betis y el beticismo hay quienes, incluso en los peores partidos tanto en el plano individual como colectivo, siguen estando a la altura de la pelea por los puestos europeos. El Martínez Valero no presenció al Nabil Fekir del Levante UD, pero sí a un futbolista capaz de generar ocasiones claras de gol prácticamente de la nada. Pero por desgracia para el Real Betis y el beticismo hay quienes no saben aprovechar esas ocasiones. Sin el Panda sobre el terreno de juego, y quién se lo iba a decir al bético de a pie varios meses atrás, al cuadro de las trece barras le falta mordiente y peligro. Mucho peligro. Todo el que sí generaron Pere Milla –aka Karim Benzema–, Fidel y compañía.
No es la primera vez que un equipo con un objetivo del todo diferente al bético pone contra las cuerdas a los de Manuel Pellegrini, pero sí una de las primeras en las que ni jugadores ni técnico encuentran soluciones sobre el césped o desde el banquillo para terminar sacando adelante el choque. Deportivo Alavés, Cádiz CF, Getafe CF o CA Osasuna lo intentaron, pero al final fueron los pupilos de Fran Escribà quienes lo consiguieron. Europa no se consiguió en marzo y tampoco se conseguirá en abril. Europa pasa por puntuar en los mejores estadios, pero también por estar a la altura ante Real Valladolid, SD Eibar o SD Huesca. Justo lo que ha acostumbrado a hacer el Real Betis esta temporada.