El Real Madrid es, a día de hoy, uno de los equipos más competitivos de Europa. Y, como no puede ser de otra forma, así lo ha demostrado en la Champions League y un buen tramo de LaLiga. El factor principal para su enfrentamiento contra el Real Betis precisamente es este: este buen rendimiento le ha permitido estar en las semifinales de Champions, partido vital para su campaña y justo tres días después de este Real Madrid – Real Betis.
¿Por qué la obligación de rotar es un factor tan trascendental? Ya no sólo por el evidente bajón a nivel de calidad, sino porque obliga a Zidane a cambiar esquema y, por ende, varios factores del juego. La presión es diferente, la organización para salir desde atrás varía… es un giro evidente en el intento de prever cómo puede transcurrir el duelo. El técnico francés cambió a los tres centrales y el doble pivote Casemiro–Blanco en el último encuentro, dándole salida al equipo, lanzando al brasileño hasta el área rival y presionando realmente bien tras pérdida.
En el partido de ida, los de Pellegrini tuvieron muy buenos tramos con la pelota, pero un par de acciones aisladas acabaron inclinando la balanza a favor del cuadro blanco. Es muy interesante cómo solucionará la trascendental baja de Nabil Fekir en la mediapunta. Quizá parta con Guardado junto a Guido con el cántabro por delante para abarcar metros y ser más sólido sin la pelota. Se presume un enfrentamiento difícil de prever dadas las rotaciones de ambos conjuntos y un posible cambio de esquema de Zidane.