El Coosur Betis suma la décima victoria de la temporada en un final de locura y que pudo haber cerrado antes, pero Obradioiro tuvo la última posesión del partido con un segundo en el reloj y erró el decisivo tiro dejando la victoria en San Pablo y confirmando el golpe de timón de Joan Plaza.
Respira el Betis. Suma la décima victoria de la temporada y ya ve más cerca lo que parecía una utópica permanencia antes de la llega de Joan Plaza. El Coosur Betis, en esta dramática temporada de montaña rusa, le salió hoy cara la moneda y vuelve a ganar cuando más debía hacerlo. A falta de cinco jornadas para el final, el tunel parece llegar a su fin.
El principal problema fue el de siempre: a este equipo le cuesta un mundo cerrar el partido y hoy no fue menos. Lo tuvo en la mano para finiquitar la victoria, pero un fallido intento de triple de Kay desde la esquina daba vida a los gallegos, que en dos rápidos ataques igualaban el partido a falta de 4’01 segundos. Y es que la igualdad fue la tónica general del partido. El primer cuarto fue el mejor ejemplo, con dos equipos que se repartían el tanteo. Muy pronto Obradoiro se fue cinco arriba en el marcador, pero un parcial de 12-4 le daba la victoria por +3 a los de Plaza al término del primer cuarto. En el segundo, más de lo mismo, pero ventaja al descanso para los de Moncho Fernández por 41-44.
Tras el paso por vestuarios se vivieron los mejores momentos verdiblancos. Aparecieron Feldeine y Randle en ataque, pero también un soberbio Almazan en defensa que ayudó a desequilibrar el partido (66-59) y poner la máxima diferencia del partido a falta de un minuto del tercer cuarto, pero el marcador final sería de +9 gracias a la canasta sobre la bocina del propio Randle. Pero las cosas del Betis, el 1-10 de inicio del último cuarto igualó el partido y todo empezaba de nuevo para los de Plaza, que al menos tuvieron la personalidad suficiente para no irse del partido y volver a tomar ventaja. El triple de Randle a falta de un minuto ponía en 87-83 el marcador de San Pablo, pero no se despegó de Obradorio, que empató con dos tiros libres a falta de cuatro segundos. Sería el propio Randle quién tomara la iniciativa y buscara la penetración, en la que sacó la falta y anotó uno de los tiros para darle más expectación al final. El tiro de Obradoiro sobre la bocina no entró y respiró el Betis. El nuevo aire de Joan Plaza llena los pulmones de San Pablo.