Una vez más el Betis se vio perjudicado por las decisiones arbitrales, que le siguen costando puntos. Ayer en Balaidos no fue menos y el colegiado González Fuertes se marcó una actuación que todavía deja anodadados a propios y ajenos. Pero no es la primera vez que este colegiado «se la lía» al Betis, si no la tercera. Ayer el asturiano se marcó su hat-trick particular frente a los verdiblancos.
Pero todo empezó a finales de septiembre, cuando en la jornada 7 el Betis visitaba el Estadio de La Cerámica para enfrentarse al Villarreal CF. El Betis ya venía de otros contratiempos arbitrales y este fue la gota que colmó el vaso: con Estrada Fernández en el césped, pero González Fuertes en el VAR, corría el minuto 66′ cuando Bartra derriba a Chukwueze en el área. El árbitro deja seguir pero la jugada se revisa una vez la pelota sale fuera y el VAR comenzó su espectáculo. Una y otra repeticiones, varias cámaras diferentes, el zoom, alante y atrás a la imagen para comprobar que sí, que Bartra toca con la puntera de la bota el pie del jugador local, pero demasiado leve para la caída que luego finge el delantero. El colegiado no se complicó la vida y pitó penalti. Aquel gol dio alas al Villarreal cuando peor lo estaba pasando y hundió a un Betis que se borró anímicamente del partido.
La segunda fue a finales de enero, visitando el Betis al Getafe en el Colisseum. De nuevo González Fuertes en el VAR y esta vez Prieto Iglesias en el verde. Partido muy igualado donde el Betis mereció adelantarse, pero dejó el marcador abierto y acabó pagando la trastada arbitral. Mano de Ángel en el área, que salta y se lleva la pelota con el brazo. El VAR hizo la vista gorda pero no con Álex Moreno, que se toca con la mano un centro de córner en la que no ve la pelota tras no llegar al salto un jugador local. El propio Ángel, en el 89, se encargaría de transformarlo y dejar los tres puntos en Getafe.
Y la tercera fue ayer en Balaidos. Esta vez González Fuertes si estaba sobre el césped y no faltó a su cita que muchos auguraban después de los dos casos anteriores. La polémica llega al anular un penalti que ya había concedido de Rafinha sobre Guardado cuando el mexicano es derribado dentro del área al intentar rematar. El asturiano fue al VAR a verlo y al volver anuló lo que había pitado argumentando que Rafinha toca antes la pelota que el pie de Guardado. Motivo ilógico cuando se ven otras decisiones en otros campos. Además, González Fuertes se tragó un manotazo dentro del área a Emerson en la cara pitando falta del brasileño en ataque. Hubiera significado el empate antes del descanso.