Hay quienes, cautivados por el desenlace de una película, tienen la imperiosa necesidad de visionarla una y otra vez. El problema está cuando ese final no es del gusto de todos los espectadores. Nadie quedó contento, o al menos debería ser así, con el partido que disputó el Real Betis en Valladolid hace semana, pero los pupilos de Manuel Pellegrini se propusieron calcar el guion del tenebroso film rodado en el José Zorrilla. Un gol en contra anulado, otro a favor inesperado, relajación, empate… Todo salió a pedir de boca para ese director de cine que parece oponerse a la clasificación europea de lo verdiblancos, hasta que apareció el Panda de los controles exquisitos y las definiciones imparables.
Tras cinco jornadas sin ver portería, el delantero verdiblanco batió a Aarón Escandell por partida doble. Pero Borja Iglesias, que se convirtió con los goles anotados al Granada CF en el máximo goleador en solitario del Real Betis, no fue el único protagonista de un bonito desenlace. Porque si arriba el delantero marca, abajo el portero para. El portero que supuestamente jugará como titular la temporada en el Benito Villamarín, sentado en el banquillo nazarí durante el encuentro, pudo ir cogiendo apuntos de lo que significa un guardameta determinante: Claudio Bravo.
Si bien a Manuel Pellegrini no hay que aplaudirle el hecho de alinear de inicio a Borja Iglesias y Claudio Bravo, algo bastante evidente, el Ingeniero volvió a ser merecedor de una ovación atronadora por su manejo del banquillo. Otra vez el entrenador del conjunto de la Palmera cambió el partido con los cambios. William Carvalho, tan William Carvalho como de costumbre, era la viva imagen del Real Betis tras recibir el empate. Sin intensidad, llegando tarde a los duelos y bastante perdido sobre el terreno de juego. Pero con Diego Lainez y Rodri Sánchez en el verde, todo cambió. Bien hará el técnico chileno en seguir dando minutos a un jugador como el canterano, futuro del Real Betis.
El joven centrocampista lo hizo absolutamente todo bien desde que saltó al césped del Benito Villamarín, pero hay quienes llevan encadenando buenas actuaciones jornada tras jornada. La banda izquierda de los verdiblancos es la banda izquierda del futuro, del trabajo y de las aportaciones. Ah, y la banda izquierda titular de aquí a que termine la temporada. El 1-0 del partido ante el Real Valladolid se crió con Juan Miranda y nació con Aitor Ruibal, pero es que el 1-0 anotado contra los de Diego Martínez fue un tanto cuidadosamente producido por la cantera verdiblanca. Sí, Aitor Ruibal no será el jugador mejor dotado técnicamente de la plantilla, pero el de Sallent aporta mucho más que esfuerzo defensivo.
Quien está en duda que aporte tanto defensivamente es Marc Bartra, al menos cuando no tiene a Aïssa Mandi a su lado. Por si seguían existiendo algún tipo de dudas acerca de la presencia del capitán del Real Betis en el once, para Éibar, el argelino y 10 más. Porque en un principio iba a ser el ’23’ de los verdiblancos el que iba a meter la pata aposta porque se iba a un rival directo, claro. Ni el orgullo ni los golpes en el pecho dan puntos. Y es que otra jornada más, los pupilos del Ingeniero evidenciaron que a Europa se va con unión, y con los mejores sobre el terreno de juego.