Ya recuperado de la lesión de rodilla que lo ha tenido en el dique seco durante toda la pasada temporada, Victor Camarasa comenzará la pretemporada como uno más en las filas de la plantilla del Real Betis, como si de un fichaje se tratase.
Camarasa ya ve la luz en el drama personal que ha vivido esta temporada. Hace un año sufrió una grave lesión de rodilla que le impidió ya no solo hacer la pretemporada con el Betis, si no perderse toda el curso al completo. Aunque pudo haber forzado para tener algunos minutos en las últimas jornadas, Pellegrini prefirió guardarlo para cuando estuviera a pleno rendimiento. Ese momento parece haber llegado después de haber recortado sus vacaciones para seguir con la recuperación en la Ciudad Deportiva. A escasas horas de comenzar el primer stage de pretemporada en Suiza, Camarasa es uno más en los planes de Pellegrini.
Después de varias cesiones con mayor o menos éxito, Camarasa regresaba al Betis el pasado verano con la esperanza de contar para Pellegrini en una posición donde se le ha echado de menos por las lesiones de Guardado o Canales. Llegó a Heliópolis desde la UD Levante en verano de 2017 a cambio de unos siete millones de euros. Hoy su valor apenas rebasa el millón. En su primera y única temporada en el Betis jugó 26 partidos entre Liga y Copa, anotando un gol. En verano de 2018 salió cedido al Cardiff donde jugó 32 partidos y anotó 5 goles y dio 4 asistencias, alimentado rumores de una venta que dejara buen rédito económico en Heliópolis. No fue así y al verano siguiente volvió a salir cedido con la llegada de Rubi al Betis. Esta vez al Crystal Palace, donde solo jugó un partido hasta que en enero se rompiera la cesión para hacerlo esta vez en el Deportivo Alavés, donde ya estuvo antes de recalar en el Betis. Allí jugó 17 partidos.
Esta temporada Camarasa podrá tener la oportunidad de convencer a un Manuel Pellegrini que ha demostrado en muchas ocasiones querer contar con muchos jugadores para la temporada, más en ésta con tres competiciones. De momento, la ausencia de Guardado -de vacaciones y lesionado- le abre las puertas de tener minutos en los primeros amistosos del verano.