Derrota del Betis en el segundo amistoso de la pretemporada en un partido donde los verdiblancos demostraron muy poquito. Falto de ritmo y de intensidad ante un rival de más peso como el Wolverhampton y al que le bastó con ordenarse atrás, salir con verticalidad y aprovechar la fragilidad defensiva de un Betis que pide refuerzos en defensa como el comer.
Partido que sirve más para que los jugadores vayan carburando que para sacar conclusiones. Muy lento, muy igualado, sin apenas ocasiones y con poco orden táctico. El Betis recibía a su primer rival serio de la pretemporada y se le notó lo poco avanzado del verano. Eso sí, en la primera parte tuvo las mejores ocasiones. Hasta tres. Y las tres en las botas de Rodri. Tres recuperaciones rápidas del Betis en campo rival, salida vertical y la mala suerte que en las tres ocasiones le cayó la pelota al más novato y tres ocasiones que se fueron al limbo.
Muy poco del Wolverhampton en ataque, y lo poco, bien solventado por una defensa bética con las caras nuevas de Sabaly y Edgar, haciendo las labores de central defensivo. El franco senegalés fue de nuevo una de las sensaciones del Betis en los cuarenta y cinco minutos que volvió a darle Pellegrini. Los ingleses apenas generaron peligro en la primera mitad, solo un cabezazo que se marchó alto al bote de una falta lateral que entrañaba peligro.
Al descanso, el cero a cero era un reflejo claro del poco ritmo competitivo de ambo equipos. Esta vez Pellegrini no movió tanto el banquillo, solo dio entrada a Montoya, Marchena y Rui Silva, que debutó con la camiseta verdiblanca en su primera semana como jugador del Betis. En la segunda mitad el partido se igualó, y hasta por momentos fue el conjunto inglés quién llegaba con más facilidad al área contraria. Tuvo Rui Silva que estrenarse con una parada complicada a un disparo potente desde fuera del área, la llegada con más peligro del Wolves en la segunda mitad y en el partido.
Muy poquito de Fekir, todavía fuera de forma en su primer partido del curso, siendo sustituido por su hermano Yassin a la hora de encuentro. También entraron Loren y Robert en la segunda mitad para darle aire fresco a un Betis que cada vez le costaba más llegar al área rival. El Wolves tenía el peso del partido, con más verticalidad. Y en una de esas, recuperación y salida rápida hacia Semedo, que encara hacia el área y encuentra a Cutrone, dos pasitos por delante de los centrales y que solo tuvo que empujarla para batir a Rui Silva.
Desde el gol hasta el final, poco. Intentonas del Betis con más corazón que cabeza y que no fueron suficiente para inquietar a un Wolverhampton que se ordenó en defensa y aprovechó el escaso peligro de la delantera bética. El Betis descansará mañana para el lunes marcharse a Inglaterra, lugar de la segunda parte de la pretemporada donde se espera o se pretende que Pellegrini cuente con una lista más parecida a la que quiere en la temporada.