La del 7 de agosto era una cita especial para el Real Betis y el beticismo. 517 días después, y con motivo del último encuentro de pretemporada ante la AS Roma, las gradas del Benito Villamarín volvían a acoger a los aficionados verdiblancos. Finalmente terminó siendo un partido más extraño de lo esperado: siete goles, tres expulsiones, dos lesionados y varios golazos. Aunque el balance del encuentro es positivo para Manuel Pellegrini, que vio a sus jugadores hacer el mejor partido de la pretemporada ante su público, el Ingeniero reza desde esta misma noche para tener sano a Sergio Canales en el debut liguero del próximo fin de semana.
Hacía demasiados días que el bético no saltaba de alegría de su asiento celebrando un gol de su equipo. Es por eso que Rodri Sánchez se preocupó de que, cuando el marcador apenas alcanzaba los cinco minutos, la palabra «golazo» se dibujara en la boca de todos los asistentes. Tras un saque de esquina, el canterano enganchó con la zurda un rechace en el interior del área para hacer el 1-0. Pero más allá del tanto inicial de los locales, el beticismo estaba disfrutando de un arranque de partido muy bueno del Real Betis, con Álex Moreno incorporándose mucho y bien al ataque por la banda izquierda. El dominio a través de la posesión y las ocasiones más peligrosas llevaban la firma del Real Betis.
Pero, tal y como acostumbra el cuadro de las trece barras, no todo salir a pedir de boca y tras una de cal, llegaron dos de arena. Youssouf Sabaly tuvo que abandonar el terreno de juego por problemas físicos a los 15 minutos de partido –en su lugar entró Martín Montoya–. Una noticia tanto o más negativa que el tanto del empate anotado por Eldor Shomurodov. La debilidad defensiva del equipo de Manuel Pellegrini volvió a hacer acto de presencia esta pretemporada y el atacante uzbeko lo aprovechó para batir a Rui Silva en el mano a mano. Y es que los romanos apenas se habían prodigado en ataque ni generado ocasiones de peligro, pero la primera que tuvieron fue para dentro.
Por suerte para el Real Betis, el trío de magos alineado por el Ingeniero no había dicho su última palabra en la primera parte. Y es que ni siquiera tuvieron tiempo de lamentarse jugadores ni aficionados por el 1-1 cuando, tras otra jugada a balón parado, Nabil Fekir sacó las telarañas de la portería defendida por Rui Patrício. El ’10’ bético sacó en corto desde la esquina y el genio de la lámpara la puso en la escuadra a la media hora de partido. El cooling break llegó justo a tiempo para la Roma, aunque más que por el calor fue para coger aliento. Con Sergio Canales asistiendo y la dupla Rodri-Fekir poniendo la magia, los de Manuel Pellegrini terminaron los primeros 45 minutos gustándose, y mucho, sobre el terreno de juego.
La segunda mitad comenzó de la peor de las maneras, con el tanto del empate –con algo de fortuna en un saque de esquina– de Gianluca Mancini y la lesión de Sergio Canales, que abandonó el terreno de juego cojeando para dejar su lugar a Andrés Guardado. Los acontecimientos negativos del primer tiempo se repetían. Pero fue entonces cuando, sin que nadie se diera cuenta, el césped del Benito Villamarín fue sustituido por la arena del Coliseo romano para que el templo verdiblanco aconteciera un combate de lucha grecorromana. Comenzaba «El show de Mou».
El 3-2 anotado por Álex Moreno sacó la peor versión (o la más agresiva) de los pupilos de José Mourinho, y del propio técnico luso, para acabar jugando el partido con ocho nombres sobre el césped del coliseo verdiblanco. Tras mandar el balón al palo, el lateral zurdo verdiblanco terminó introduciendo el balón con la mano en el interior de la portería visitante, lo que provocó la primera de las expulsiones de la Roma. José Mourinho saltó al terreno de juego para protestar la decisión del colegiado, pero terminó yéndose a la grada mientras aplaudía al sector bético de la grada que le dedicaba algunos cánticos poco cariñosos.
Pocos minutos después, Gianluca Mancini cogería el mismo camino que su compañero Lorenzo Pellegrini por soltar el brazo y golpear a Borja Iglesias cuando ya tenía una tarjeta amarilla. El hat-trick de cartulinas rojas lo completaría Rick Karsdorp, quien tras una dura entrada por detrás y completamente a destiempo puso rumbo a los vestuarios incluso antes de que el árbitro le mostrase la roja. Con la Roma jugando en una más que llamativa formación de 1-4-3 y el Real Betis en plenitud de facultades, los pupilos de Manuel Pellegrini terminaron endosando una manita a los romanos.
Cristian Tello y Róber González, en los minutos 80 y 83 respectivamente, completaron el 5-2 definitivo con sendos golazos. El extremo catalán picó el balón por encima del portero de la Roma para terminar marcando a puerta y el canterano bético, otra de las grandes zurdas que tiene Manuel Pellegrini a su disposición para el próximo curso, anotó el último tanto del choque con una volea desde la frontal ante la que nada pudo hacer el portero. El Real Betis firmó su mejor partido de la pretemporada a una semana del debut liguero ante el RCD Mallorca, pero perdió a Youssouff Sabaly y Sergio Canales por lesión. El conseguido ante los de José Mourinho es un triunfo importante, ante un rival de renombre, con sabor agridulce.