La Contracrónica del Real Betis-Cádiz CF (2021/2022)
Por Pablo Montaño
El Real Betis necesita tanto tiempo para implantar su nuevo plan como interrupciones provocó y minutos perdió el equipo de Álvaro Cervera en el Benito Villamarín. En la primera toma de contacto del Ingeniero con su público, Manuel Pellegrini dejó tan claras a la parroquia verdiblanca tanto las líneas trazadas para ejecutar su obra como las propias carencias de la misma. Al menos por ahora. El plan del técnico chileno no ha hecho más que empezar y, ante el Cádiz CF, lo que este hizo fue extender sobre las mesas del gran estudio bético los planos del mismo y mostrar al beticismo en qué va a consistir el Real Betis 2.0. El primero en tomar la palabra, llevándose gran parte del protagonismo, fue uno de los nuevos integrantes del nuevo equipo de trabajo bético. Rodri Sánchez tiene calidad para dar y regalar, pero la toma de decisiones debe ser la tarea a mejorar y pulir a lo largo del curso.
Una vez el paso de los minutos empezó a hacer mella en el más precoz de los nuevos trabajadores verdiblancos, el peón francés más conocido como el genio de la lámpara se puso al mando de las operaciones. Nabil Fekir, además de bueno, es uno de esos futbolistas que molestan al aficionado de su propio equipo. La jornada de trabajo empieza y él llega puntual, pero le ves trabajando a un ritmo diferente al de los demás. No mal, si no diferente. Eso sí, cuando se ajusta el casco y saca brillo a las botas, no hay ningún otro que lo haga como él. Ante el cuadro amarillo, especialmente en la segunda mitad, todo el peso ofensivo de los locales recayó sobre el ‘8’. Las responsabilidades béticas en sus pies y un codo cadista sobre su cabeza. Pero solo con Fekir no basta, y así se lo hizo saber el Ingeniero a la cúpula verdiblanca.
Al igual que en España la inversión en investigación y desarrollo brilla por su ausencia, el Real Betis necesita una importante inyección de gasto en D+D: defensa y delantera. Más allá del fallo de Víctor Ruiz, gajes del oficio cuando apenas acabas de aterrizar de las vacaciones, los de la Palmera fueron superiores a su rival. O al menos dieron más sensación que los gaditanos de acercarse y querer los tres puntos. El cuadro de las trece barras demostró que, en defensa, con el mínimo –llámese Germán Pezzella–, no basta. Aunque por lo menos haya una inversión. Pero es que en ataque directamente faltan trabajadores. Cuando el primer turno de efectivos termina su jornada laboral, Manuel Pellegrini mira al banquillo y lo único que se encuentra es a un futbolista que ya ha firmado el finiquito de su contrato. Eso, y mucho cansancio. El chileno ya ha podido mostrar el beticismo su plan en vivo y en directo. Ahora, lo importante, es empezar a ejecutarlo.