El transcurso de este Granada de Robert Moreno se presenta como una incógnita tras su inicio de liga. A pesar de tener buenos recursos en la plantilla, ha cuajado un arranque liguero muy flojo a nivel de resultados y de juego. Al fin y al cabo los resultados son los que modifican la tabla, pero las sensaciones son las que determinan la confianza en un proyecto a medio-largo plazo. Y en este aspecto los de Robert Moreno han tenido serias dificultades. El técnico catalán aún no ha dado con la tecla a pesar de haber variado el esquema del 4-3-3 al 5-3-2 frente al Valencia.
A pesar de unas dos primeras jornadas en las que compitió a buen nivel dado que logró un punto en La Cerámica y se quedó muy cerca de ganar frente al Valencia de Bordalás, en Vallecas fue superado en todos los aspectos. Estuvo a otro ritmo de partido y llegó a encajar tres goles en la primera mitad. Por esto mismo, es una incógnita lo que Manuel Pellegrini se va a encontrar hoy en Los Cármenes; cambio de mentalidad, variaciones tácticas, modificaciones en el once… no es posible conocer cómo se ha recompuesto el conjunto nazarí tras la hecatombe en Vallecas.
Aun con estos problemas en las primeras jornadas, el Granada posee jugadores de suficiente nivel, jerarquía y experiencia como para ofrecer un rendimiento mejor al ofrecido hasta ahora. Es un conjunto con muchos recursos: para defender cerca de su portería, para ir a presionar arriba, para transitar, tener la pelota… a nivel de plantilla, Robert Moreno sí posee bazas para mejorar la imagen que su equipo ha mostrado hasta el momento. En su mano está conectar con sus jugadores y transmitirles su idea de juego para competir al máximo nivel. Aunque no lo tiene fácil, pues Diego Martínez ha dejado un listón altísimo.