Victoria justa y merecida pese a lo que cuesta que el Real Betis logre algo así. Las tuvo de todos los colores entre la primera parte y el inicio de la segunda para finiquitar el partido, pero perdonó y acabó encajando el empate. Cuando todos daban por bueno el uno a uno, Canales se vistió de Maradona para llevar los tres puntos de Los Cármenes al Villamarín.
Que trabajito. Duro y de órdago, pero el Betis ya ha desconchado la botella y suma su primera victoria de la temporada justo antes de encarar un tramo del calendario muy ajustado con el inicio de la Europa League. Pudo adelantarse mucho antes de que lo lograra Rodri con un zurdazo imparable rozando el final de la primera parte, pero perdonó. Primero Fekir quedándose solo ante el portero nazarí, pero el balón se le queda atrás y en la derecha y su definición muy mala. Otro palo del propio Fekir, internadas de Tello y remates de Borja Iglesias que debieron abrir la lata mucho antes y cerrar el partido pronto, pero no. El Betis es un equipo que adolece de colmillo, de fiereza y de aprovechar cuando el rival está noqueado. Lo dejó con vida y solo el tanto de Rodri al filo del descanso le puso justicia al marcador.
Pero no la suficiente. Al descanso Pellegrini le dio entrada a Willian José por un Borja Iglesias amonestado. No quería riesgos el chileno y el Betis pudo, de nuevo, haber cerrado el partido en varias ocasiones. Internadas de Tello que acababa en disparos al muñeco o pases que se quedaban a milímetros de una buena colocación para el disparo, pero la realidad es que el Betis volvió a pecar de sus propios errores, no le dio la puntilla a un Granada muy blandito en defensa y sin peligro en ataque y lo dejó todo pendiendo de un hilo.
Y la moneda le salió cara para el Granada. Los verdiblancos perdieron la posesión, apostaron todo a finiquitar el partido en una contra que ya había demostrado no saber culminar y Luis Suárez se inventa un disparo potente desde fuera del área que pilla descolocado a Rui Silva y pone el empate. Injusto, sí, pero merecido por no hacer los deberes y dejarlo todo para septiembre. El Betis se desconectó del partido peligrosamente y estuvo en muchas ocasiones más cerca el segundo de los locales que la victoria bética. Sin Fekir ni Rodri, Pellegrini dio paso a Canales y Joaquín, que movieron un poco el avispero y generaron algo de juego cuando el Granada decidió que el empate estaba bien. Antes, dos paradones de Rui Silva en disparo a bocajarro que salvaron al Betis. Eso sí, había fuera de juego en ambas jugadas.
Con el Granada cada vez más entregado, el Betis pudo crecer desde la posesión, pero de nuevo tuvo que ser una jugada aislada e individual la que marcara los designios del Betis. Balón que recoge Canales de espaldas, se gira, se marcha en velocidad de hasta tres rivales, se planta ante el portero y bate con maestría para adelantar a los verdiblancos antes del descuento.
El Betis supo hacer daño al Granada en momentos clave, generó ocasiones más que suficientes y ganó, que es lo más importante antes de encarar la fase de grupos de la Europa League. Y la mejor de las noticias: Canales, aunque tocado, sigue siendo diferencial.