El coach bético destaca que el grupo no se da por vencido en esta serie de playoffs por el ascenso contra Estudiantes. Queda una «final» el próximo viernes 24 en San Pablo (20:00) para ver si el Betis alarga la serie, y Savignani elige creer.
Las sensaciones
Está claro que volver de Madrid sin un triunfo es duro, pero Bruno Savignani ve aspectos positivos, además de otros para mejorar: «Me quedo con la sensación de que estamos para competir. Necesitamos más tiempo de concentración y de energía máxima para competir con ellos. Tenemos una plantilla más corta y notamos la falta de Kuksiks». Además, repite el ‘mantra’ de la temporada, intentando olvidar las decisiones arbitrales que pudieron sentenciar el primer partido: «Creo que no puedo poner energía en lo que no puedo cambiar. El objetivo es que tengamos el mismo criterio de arbitraje en los dos lados del campo. Es obvio que los árbitros se pueden equivocar, igual que yo, pero no podemos estar enfocados en eso. Necesitamos poner toda nuestra energía en competir».
El lastre físico
A la baja de Kuksiks, que merma considerablemente el roster de Savignani (y también su capacidad para abrir la pista y tirar de 3), también le une la condición del desgaste físico. El equipo se dejó la piel en el primer asalto y no tuvo frutos, y eso ha podido pasar factura: «Tengo bastante experiencia en América del Sur de jugar Final Fours. He aprendido con el tiempo que cuando gastas mucha energía para meterte en un partido y no lo ganas, eso marca mucho«. «Intenté sacar de la cabeza esa sensación de injusticia porque no nos sirve para nada», dijo, sobre todo en referencia a los muchos minutos que jugaron Joaquín Rodríguez y Eddy Polanco en ambos duelos.
Jugar bien las cartas
Savignani volvió a repetir la consigna de que la fuerza del grupo es su mejor argumento, y además asegura que el viernes volverá el Betis intenso y rocoso: «Físicamente creo que vamos a llegar bien al viernes. Tenemos que entender cuál es el criterio del arbitraje y no pelear contra ello. Tenemos que ser inteligentes y la clave está en ser más agresivos en el balón, en las ayudas y en el rebote, principalmente». En esas labores de intendencia ayuda un hombre de la casa: «Pablo Marín trabaja mucho y le gusta defender y poner intensidad. Es importante para nosotros, que aporte agresividad y contagie a sus compañeros».
Orgullo propio y ajeno
Por último, el técnico del Betis Baloncesto valoró los pasos dados hasta llegar al playoff: «Es una temporada en la que aprendí mucho; voy a terminar la temporada siendo mejor entrenador, mejor profesional y mejor persona. Estas experiencias son muy valiosas. para los entrenadores la última temporada es la más difícil porque es de la que nos acordamos». Y no se marchó sin convocar a su gente, porque sabe que la necesitan a tope si quieren que la serie llegue al domingo: «La gente tiene que estar orgullosa del grupo. Pasamos de últimos a entrar en playoffs. En ningún momento los chicos han dejado de pelear. Pido que la gente venga y nos apoye, y creo que estamos representando al club de la forma que gusta: peleando y tirándonos al suelo. Ya contra Cáceres había un buen ambiente pero creo que podemos hacer más. No sé qué va a pasar, pero lo vamos a dejar todo en la pista».