El penúltimo compromiso de marzo del Betis Baloncesto le medía a un rival que le ganó en la primera vuelta. Ni más ni menos que Ourense, noveno clasificado y con la acuciante necesidad de ganar. Más aún teniendo en cuenta que ponían pie en la capital hispalense tras caer en las tres fechas anteriores (Estudiantes, Morón y Obradoiro). Contra toda lógica la derrota más abultada de esas tres llegó contra el vecino bético; Morón venció de treinta y quiere agarrarse a la épica. Los verdiblancos, por su parte, quieren y deben hacer buena la cuarta plaza que sostienen por encima de Palencia para tener factor cancha en el playoff. Un reto difícil, que se complica con la baja de Cvetkovic que achica aún más la plantilla bética. Se avecina un durísimo final de temporada, y más tras el alto nivel de exigencia que acompañó a esta victoria contra Ourense.
Triples y faltas
El duelo entre cuarto y noveno arrancó eléctrico como el amarillo del uniforme visitante. Triples de Benite, Mendicote, Renfroe y Moody hacían presagiar un partido de ritmo alto. Hughes, saliendo de un indirecto, hizo el empate a 12. Tras una jugada embarrada llegó el +7 de Ourense. Volvió el Betis, que pudo correr, pero llegó la segunda falta de Benite, muy discutida por la afición local. La diferencia la marcó Sergio Rodríguez con sus dos triples, permitiendo que Ourense mandase al inicio: 22-24.
El toma y daca parecía no tener fin, y Sergio Rodríguez siguió anotando. Buscando los huecos por dentro hacía daño el Betis, que defendía bien pero concedía rebotes muy infantiles que hacían sonreír a Ourense. Esto y algunas faltas evitables seguían desesperando a Gonzalo García, incapaz de estar sentado mucho rato en el banquillo. En un instante el Betis superaba en faltas a Ourense, y los gallegos hacían caja desde el tiro libre. El arquero Hughes dio ánimo a los suyos con un triple, pero Ourense parecía tener un pacto con los árbitros que le impulsó hasta el definitivo 43-46 a la media parte. Con dos faltas, cuatro béticos: Hughes, Benite, Kasibabu y Rubén; y sólo dos visitantes: Moody y Krikke. Así se explica la pitada que se llevaron los árbitros.
El estirón final
Apenas dos minutos de juego y Ourense ya doblaba en rebotes ofensivos al Betis: la tónica de siempre y que nunca es buena señal. Y, para más inri, el trío arbitral seguía como en la primera parte: los contactos a jugadores verdiblancos los pasaban por alto. El partido se ensució, con menos alardes ofensivos que en la primera parte. Por desgracia para los locales Sergio Rodríguez firmaba su cuarto triple sin fallo. De nuevo fue Hughes quien braceaba para sacar a los suyos del pozo, y Tunde culminó un alley-oop para empatar a 61. En la siguiente jugada Brito se lastimó el pie y tuvo que abandonar la cancha, siendo el máximo asistente del duelo (7). Huecos locales por dentro dieron una pequeña ventaja a los de Moncho López antes del desenlace: 61-65.
Con empate a 67 volvió Brito, aparentemente recuperado para disputar los últimos seis minutos. La tensión, imposible de obviar, se traducía en una guerra por cada posesión, por cada espacio. Hubo nervios cuando Ogunsipe hizo el 71-74, pero un triplazo de Hughes volvió a meter al Betis en la pelea. Quedaba un minuto y medio. Benite se jugó el tipo para cazar un rebote y recibió falta, estando ya en bonus; se dejó uno de los dos libres. Lo hizo pagar Brito, con un triple solo desde la esquina, restando 38 segundos de partido. Ocurrió quizás lo menos agradable dentro de lo bueno: tiros libres para Betis, pero lanzaba DeBisschop. Falló los dos, pero Renfroe, por quien no pasan los años, cogió un rebotazo y empató a 77. 25 segundos: el último tiro para los gallegos. La defensa bética se transformó en auténticos perros de presa y DeBisschop taponó el último intento de Brito. Prórroga.
Prórroga con la triple ‘R’ de Renfroe
Renfroe y Brito intercambiaron triples, y luego Tunde machacó con furia un alley-oop. San Pablo estaba en pie, con nervios pero disfrutando de, probablemente, el mejor partido de la temporada. Un corte sensacional de Radoncic hizo el 84-80 pero Sergio Rodríguez, de tres, no estaba dispuesto a abandonar todavía. Krikke dio la vuelta al tanteo y contestó Renfroe por partida doble, la segunda de tres (89-85). Qué locura de partido. Brito sumó una bandeja pero la inspiración de Renfroe, bendita inspiración, le hizo sumar otro triplazo. Ourense volvió a sumar de dos e hizo falta a Hughes, que puso el 94-89 con 21 segundos. Los gallegos fallaron y se les terminaron las oportunidades. Renfroe dice que la victoria se queda en casa: el Betis sigue invicto en San Pablo, saca un partido de muchísimo valor ante un rival durísimo y sigue demostrando que va sobrado de fe.
Ficha técnica
Real Betis Baloncesto – 94 (22+21+18+16+17): Renfroe (34), Benite (6), Hughes (25), Suárez (1), DeBisschop (5) -quinteto titular-, Radoncic (10) Jelinek (0), Kasibabu (0), López de la Torre (1) y Tunde (12).
Ourense – 89 (24+22+19+12+12): López (9), Brito (8), Moody (5), Mendicote (8), Ogunsipe (15) -quinteto titular-, Rodríguez Febles (23), Rodríguez Ramos (3), Fernández (2), Paz (3), Krikke (9), Lisboa (4) y Gill (0).
