El estreno en San Pablo no pudo haber empezado de la peor manera. Se buscaba crear un fortín más amplio, donde pudieran recibir más apoyo y la motivación fue brutal tanto para jugadores como para aficionados. Pero, como todo en la vida, si no aprovechas tus opciones no sales ganando. Pues así se podría resumir perfectamente el encuentro del Real Betis FS, que perdió por un contundente resultado (1-4) ante un Ribera Navarra que fue un puñal en el juego. Todas las oportunidades que tenían terminaban en gol o muy cerca de anotar.
El quinteto del equipo verdiblanco en su estreno en San Pablo estaba formado por Cidao, Cornejo, Joselito, Lin e Ivi. Los de José Lucas Mena saltaron con Marcao en la portería y David Carnicer, Espín, Alexandre Pintinho y Terry.
Ya desde el minuto uno de partido los verdiblancos comenzaron a adelantarse. Primera jugada y primer gol, de Ivi. Apretaba constantemente el Real Betis, donde no dejaban de tener oportunidades a su favor. El Ribera Navarra se encontró perdido desde el inicio del encuentro, al menos hasta los diez primeros minutos, donde comenzaron a encenderse. Ahí llegó el tanto del empate para los navarros, en un balón parado que no defendieron con contundencia los locales, marcó Gabriel para poner el marcador como empezó. La decepción empezó a surgir en los verdiblancos, cuando Terry aprovechó la adelantada posición de Cidao para remontar la situación con un disparo desde su área que el meta no pudo alcanzar.
El contexto para el Betis era muy adverso, con el resultado en su contra, se sumaba la posesión constante y a ello, otro zarpazo más de los visitantes. David, en un momento en el que pilló a Cidao jugando de 5, remató a puerta vacía sellando el 1-3 y dejando mucha incertidumbre en lo que quedaría de primer tiempo. No salían las ideas a relucir, robos de los rivales en zonas frágiles, pases erróneos y mucho atasco a la hora de atacar su área. A pesar de ello, los de La Palmera intentaron reponerse al final de la primera parte aunque sin mucho éxito. Dejaron ocasiones muy claras, pero terminaban fuera o repelidas por los rivales o el portero.
En la segunda mitad, los verdiblancos salieron atenazados ante la constante ofensiva navarra y mostrando una situación algo similar al de la primera parte. A pesar de ello, sacaron los dientes y empezaron a intentar dar la vuelta al encuentro. La ocasión más peligrosa por parte de los verdiblancos llegaría cerca del ecuador de la segunda parte, con un trallazo al palo. Aún así, siguieron intentándolo, era un juego a fuego lento, donde iban comiendo terreno poco a poco a los del Ribera. Pero de nada sirvió. Al final del encuentro, empezaron a jugar con jugador de 5 aunque poco les valió ante la defensa férrea del área de Marcao.
El cuarto tanto dejó al equipo navarro como ganador del partido ante un Betis sin ideas, confuso a la hora de poseer el balón y sin poder meter pierna a un equipo que dominó de principio a fin. El inicio en San Pablo no pudo haber sido de peor manera, pero otras buenas nuevas vendrán en la Avenida Kansas City. Que este borrón de capítulo piloto se quede en simplemente eso, un borrón.