El fútbol sala volvió a Sevilla de una manera mejorable. El Real Betis FS volvía a su antigua casa de manera temporal para después terminar cayendo por la mínima ante el Manzanares. No se le pudo dar una alegría a Piqueras en el día de su cumpleaños, ya que el cuadro de Ciudad Real entró sin ningún tipo de presión a por la victoria. En un partido plagado de acciones e idas y vueltas, el equipo manzanareño supo ganarle la partida a Bruno y conseguir su primera victoria de la temporada.
La primera mitad empezaría muy igualado para ambos. Si bien es verdad que la presión verdiblanca en campo contrario estaba siendo efectiva en cierta parte, la realidad es que la mayoría de ocasiones o quienes llegaban más eran los de Juanlu Alonso. Sin ser jugadas muy elaboradas, los rivales llegaban de manera directa. Al Real Betis, sin embargo, le tocó sudar algo más la camiseta en la primera parte para llegar con el mismo peligro a la portería de Antonio.
Fue un momento tosco, donde se acumularon muchas faltas y era difícil mantener un ritmo de juego constante. Ante el juego en corto del Betis, los de Juanlu planteaban balones largos directos al pivote. La presión que daba el Betis era efectiva, pero el Manzanares lanzaba el balón más rápido. En ocasiones llegaban a realizarse jugadas en superioridad numérica, donde Sarmiento apareció y comenzó a parar todas las que le llegaron.
Al inicio de la segunda mitad, el guion no cambiaría mucho. El Manzanares iba distribuyendo balones en largo directos y buscando los huecos que ofrece la presión de los pupilos de Bruno García, pero esa ofensiva se iría diluyendo poco a poco. Parecía que la balanza empezaba a equilibrarse, incluso decantándose para los verdiblancos, pero fue una mera ilusión.
El cuadro de Manzanares abriría la lata con un tanto de Humberto, tras una jugada a balón parado que aprovecharía genial. A partir de aquí, bajaría el rendimiento de los verdiblancos que volverían a recibir otro zarpazo estando el equipo desorientado. Mata recibe un balón de espaldas y batía a Sarmiento que no pudo hacer más. El 0-2 estaba fijado en el marcador y era difícil superarlo por el gran nivel que estaban volviendo a tener los rivales.
En los dos últimos minutos aparecía Aitor para marcar el tanto que buscase recortar las distancias con un disparo a quemarropa, pero de poco sirvió. Tras un tiempo muerto que tuvo Bruno, Henmi saltó como jugador-portero y ayudó al equipo en la última recta. Sufrieron la emboscada los del Manzanares, pero supieron aguantar y los tantos dejaron claro quién aprovechó mejor las oportunidades.
