Por línea general, es habitual que en un equipo de fútbol haya un delantero titular, que juegue la mayoría de los minutos y que acumule gran parte de los goles de la plantilla, dejando al resto de atacantes relegados a un segundo plano.
No es el caso de este Betis. Pellegrini, con su método de rotar en cada partido a 5 o 6 jugadores -excepto a Fekir, que lo viene jugando todo-, está consiguiendo dos cosas de mucho valor: resultados (a la vista están) y tener involucrado a cada uno de los integrantes de la plantilla, incluidos los tres delanteros: Willian José, Juanmi y Borja Iglesias, que se reparten los minutos y los goles como buenos hermanos.
El brasileño ha caído de dulce en Heliópolis. Ha jugado 9 partidos -5 como titular y 4 como suplente- lo que le hace ser el delantero del Betis que menos minutos ha disputado: un total de 468’ entre Liga y Europa League, en los que ha marcado 5 goles (incluyendo el del Espanyol, aunque el acta del partido y LaLiga no se lo contabilicen). Si calculamos el promedio, Willian José marca un gol cada 93 minutos disputados, es decir, sale a un tanto por partido completo.
También lleva 5 goles Juanmi, que atraviesa su mejor momento desde que aterrizó en el Villamarín. Tras dos temporadas de lesiones, poca continuidad y bajo rendimiento, el malagueño vive una etapa feliz, siendo importante para el equipo, anotando goles y ganándose el cariño de la grada, que incluso ya le dedica un afectuoso cántico: “Oh Juan Migué, oh Juan Migué, todos queremos que marque Juan Migué”. Y él, de momento, responde.
En cuanto a Borja Iglesias, son 3 los goles que ha anotado en lo que llevamos de curso, además de alguna asistencia. Al delantero gallego también se le ve cómodo cuando le toca jugar: baja y aguanta balones, trabaja y presiona, se asocia bien con los compañeros y aprovecha las que tiene, además de ser un muy fiable lanzador de penaltis: ha anotado todos los que ha lanzado en el Betis (6 de 6).
No son cifras goleadoras para lanzar cohetes, pero sí son buenas teniendo en cuenta que ninguno lleva una gran cantidad de minutos. Por otra parte, la competencia sana que hay entre los tres también es muy positiva: hay buena sintonía entre ellos y se alegran cuando es el otro el que marca, anteponiendo el bien del equipo al del suyo propio, y sin ser nunca egoístas (como demostró Borja dándole el gol en bandeja a Juanmi en el partido ante el Celtic).
Los béticos hemos estado acostumbrados a tener un delantero estrella que meta alrededor de 20 goles, como Alfonso, Oliveira o Rubén Castro, los tres mejores que han pasado por aquí en las últimas décadas; quizás ahora no tenemos ninguno que llegue a esas cifras, pero podemos contar con tres delanteros que anoten unos 12 o 15 goles por temporada. Una fórmula que también puede funcionar y más si el encargado de elaborarla es Manuel Pellegrini.