Que bonito es ser del Betis”. Eso le decía mi abuelo a mi padre, eso me decía mi padre a mí y eso mismo le digo yo a mi hija. Una frase que pasa de padres a hijos para explicar lo que no tiene explicación, pues en lo que a puro fútbol se refiere, siempre han sido más los sinsabores que los momentos de alegría.
En cuestión de pasiones futboleras pasa como con el amor: en la vida y con el Betis no sirven los amores de verano, las relaciones fugaces, los escarceos furtivos o el aquí te pillo aquí te mato, no. Lo del Betis es amor verdadero, ese amor que comienza con un flechazo que te deja los sentidos aturdidos, ese amor de irse conociendo luego poco a poco pero sabiendo a ciencia cierta que va a ser el amor de tu vida. Con el paso del tiempo cuanto mejor conoces al Betis más lo quieres, ves todos sus defectos pero hasta de ellos te enamoras.
Con el Betis no sirven las medias tintas, hay que quererlo hasta las trancas, hay que quererlo como a ese hijo que de vez en cuando te da un disgusto pero terminas siempre perdonándolo porque te puede más el sentimiento que cualquier otra cosa. Ir a ver al Betis es como acudir a una eterna cita a ciegas, vas emocionado, eufórico y con grandes expectativas aunque no sepas lo que te vas a encontrar. A veces la cita nos sale rana y vuelves tan decepcionado o cabreado que no tienes ganas ni de mirarlo a la cara pero al poco se nos pasa y vuelves a estar ilusionado con la siguiente cita pues sabes de sobra que el Betis tiene muchas caras.
Y entonces llega siempre ese día en el que sale todo perfecto y tienes ganas de que esa cita no termine jamás, miles de gargantas que junto a la tuya cantan “como balas de cañón”, miles de gargantas gritando al viento “musho betis eh”, miles de gargantas dejándose el alma por el amor a las trece barras verdiblancas, los vellos de punta, la piel de gallina, el corazón palpitando a mil por hora y es en ese mismo momento, en ese instante de éxtasis es cuando te quedas mirando a toda esa grada llena de color verde esperanza y piensas “pero que bonito es ser del Betis”.