Mi última firma del 2020, aunque nadie lo recordará, fue muy triste. Me quedaba sin ver al Betis en el estadio en el que soñaba jugar de pequeño, en el que me enamoré del Betis y en el que fui a mi primer partido de fútbol.
Aquel día mi padre me dijo: «ya tendrás más oportunidades» y al final los padres siempre tienen la razón. Lo que más ganas tenía que me devolviera la vacuna lo hizo tres días después de vacunarme. El día del Cádiz en casa volví a estar con la familia del sur, abrazar a mis amigos y volver a cantar tu himno bajo la cerveza de la calle Tajo.
El volver a Sevilla siempre es especial, pero cada segundo de ese viaje lo recordaré toda mi vida. La primera vez siempre dicen que es más especial que el resto, pero para mí está lo fue mucho más, por todo lo pasado por mi, por mi gente y por no tenernos cerca para poder estar como nos gustaría. Por fin logramos hacerlo, reír, cantar y gritar juntos.
Disfruté de ver el Betis con mis amigos de Murcia y dos de mis mejores amigos de Sevilla. Primera experiencia inolvidable este año. Luego vinieron Elche y la vuelta a un partido europeo casi tres años después, pero eso no hay que recordarlo porque han sido las últimas firmas en esta casa.
En lo futbolístico, poco más queda por decir de este año. Ha sido perfecto, mirando lo que escribíamos hace un año que le pedíamos a este año, se ha cumplido con creces, con lagunas como todos los equipos, pero el Betis ha vuelto y parece que por fin para quedarse.
En esta última firma del año no toca llorar, toca celebrar y recordar los momentos vividos junto a ti, junto a ella, junto a ellos y pedirle al 2022 que sean más y mejores.
Ojala todo esto se repita en una final, en un partido grande en Europa o en la vuelta del Betis a jugar con el balón de las estrellas, pero vivido lo vivido, al 2022 le pido salud y bienestar para todos los míos y todos los partidos del Betis que pueda darme, porque ver a mi gente me da vida.
Felices fiestas y feliz 2022 achos, viva el Betis.
