Hace ya muchos años un celebérrimo periodista deportivo español inventó el concepto de la otra liga: la de un utópico mundo alternativo en el que las injusticias arbitrales eran desfacidas por expertos supuestamente neutrales, y la nueva clasificación correspondía a los verdaderos merecimientos de cada equipo, premiados en un universo más justo.
Aunque los béticos tuvieron el pasado domingo un buen ejemplo de que las polémicas arbitrales son inextinguibles, la tecnología ha superado hoy esos rancios pleitos de jueces humanos y los ha sustituido por una herramienta que parece poder eliminar el factor suerte de la clasificación: los goles esperados (a favor, xG, y en contra, xGA) y su derivado, los puntos esperados (xPts). En efecto, los xG son una métrica que, básicamente, suma los disparos a puerta realizados por cada equipo en cada partido ponderándolos con la probabilidad previa de que cada uno de ellos acabase en gol: por ejemplo, un penalti puede valer 0,80 goles, un disparo desde 30 metros con la pierna mala de un jugador, 0,01 goles, y un remate fácil a puerta vacía, pongamos, hasta 0,95. Sumando esos disparos conseguiremos un resultado virtual del partido, y desde él unos, digamos, puntos merecidos por cada equipo en cada partido, que al ser sumados nos ofrecen una clasificación virtual.
Obviamente no es solo la fortuna quien decide si un disparo entra o no, y son docenas los factores ajenos a la suerte que hacen que los expected goals y los goles realmente conseguidos –así como los xPts y los puntos reales–, diverjan: en primer lugar, la calidad y estado de forma de tu portero, y la calidad en el remate de tus delanteros, pero también estados psicológicos, estilos de juego, o incluso defectos del propio modelo estadístico –que, por ejemplo, valora con 0,00 una jugada muy clara de gol en la que el disparo no llega a ejecutarse–. En todo caso, y al menos en un medio plazo de entre 5 y 20 partidos, los xG y xPts son una muy buena herramienta, para directivos, profesionales y aficionados con la que despejar factores aleatorios y valorar el trabajo de fondo de un equipo o su cuerpo técnico, sin dejarse llevar por resultados a corto plazo, y (casi más importante) para tratar de adivinar el futuro más allá de lo que nos dice la obvia tabla de clasificación.
Vale por ello la pena, mediada esta temporada, visitar una clasificación virtual para valorar el desempeño de los equipos y escudriñar su futuro. Nuestra fuente será https://understat.com/league/La_liga:
En la columna izquierda leemos la clasificación real actual de cada equipo. En verde o rojo, la diferencia entre cada métrica (xG, xGA y xPts) y los resultados reales correspondientes (goles a favor, en contra, y puntos, respectivamente). En verde vemos los casos de fortuna y/o acierto: equipos que han marcado más goles reales de lo que era esperable por sus disparos, que han recibido menos, o que tienen más puntos de los esperables; a la inversa, en rojo los, digamos, desafortunados en cada aspecto.
Hay posiciones muy llamativas en esa clasificación virtual:
– Barcelona y Atlético debieran estar mucho más arriba, y en ambos casos sufren una importante componente de goles encajados por encima de lo debido; es algo explicable por el rendimiento relativamente bajo de sus porteros, Ter Stegen y Oblak, en comparación con temporadas anteriores (ver xGA).
– El Real Madrid, por contra, ha mostrado un acierto muy notable en las áreas (pensemos en las rachas de Benzema y Vinicius), que lo tiene muy por encima de sus teóricos merecimientos.
– Villarreal y Athletic podrían estar mucho más arriba, y en ambos casos debido a un notable desacierto (o infortunio) en sus delanteras respectivas, algo exagerado, conocido y notorio en el caso de los bilbaínos.
– Dos equipos, Levante y Sevilla, están muy fuera del que sería su lugar natural según estas métricas; el Levante probablemente se habrá arrepentido de no haberlas mirado antes de cesar a Paco López. En ambos casos, y tras veinte partidos, la explicación de estas divergencias debe proceder de una mezcla de factores no aleatorios (mal o buen manejo de los partidos, porteros, factores psicológicos…) con rachas de suerte dispar que, probablemente, no serán eternas.
– En clave bética convendrá atemperar euforias y exigencias: los xG ponen al equipo en un lugar más natural según su historia, en el bloque de aspirantes a Europa, e identifica a los rivales peligrosos para pelearle esos puestos: será difícil no verse superados por Atlético y Barça, y habrá que luchar ante un Villarreal y un Athletic probablemente ascendentes.
Pero, no lo olvidemos, nada está escrito.
Juan Ramón Lara
