Cuando comencé a colaborar con Onda Bética nunca me imaginé que se publicaría una firma mía la misma mañana en la que jugaríamos una semifinal de Copa del Rey. Me encuentro escribiendo estas líneas tan nervioso como ilusionado, tal y como me encontraba aquella mañana del 7 de febrero de 2019, día en la que jugamos la ida de semifinales contra el Valencia. Esa noche muchos nos veíamos en Mestalla con muchas posibilidades de poder disputar una final en nuestro estadio, pero los errores cometidos en el tramo final del partido hicieron que el partido de vuelta se complicase más de lo debido y cayéramos en tierras valencianas.
Echando la vista atrás, está claro que disputar unas semifinales a doble partido es complicado, pero eso no quita que esta temporada tenga más confianza que nunca en los nuestros. El tropiezo frente al Villarreal no debe ser más que eso, un pequeño bache en nuestro camino, el cual estamos recorriendo de manera sobresaliente. Con un grupo unido y comprometido, un cuerpo técnico tomando decisiones acertadas y una afición que lleva a su equipo en volandas cada partido, imagina no confiar.
Vallecas se convertirá en un territorio hostil, siempre ha sido un estadio complicado y pese a que no contamos con una grada visitante como tal, estoy seguro de que muchos béticos y béticas se desplazarán allí para estar con nuestro equipo. Desde que la actual situación sanitaria nos lo permite, el Betis no ha estado sólo en ningún momento y hoy no va a ser menos.
Pase lo que pase esta noche, tengo claro que jugamos con cierta “ventaja” en el hecho de que el partido de vuelta se disputará en el Benito Villamarín. Si por un casual salimos de Vallecas con un resultado negativo, estaré plenamente confiado en que el Villamarín será una auténtica olla a presión desde antes de comenzar el partido. Siempre he sido de los que creen que el “factor campo” puede influir y mucho en el juego de un equipo. Toca confiar una vez más en los nuestros para que se dejen la piel en el campo y vuelvan a Heliópolis con un resultado positivo que nos haga soñar.
Sabemos que será difícil, que será complicado, pero… ¿Y si sí?