Tras el triunfo ante el Mallorca el pasado domingo el Betis afronta una semana de esas con la que llevábamos soñando años.
El jueves recibirá en Heliópolis al Zenit de San Petersburgo y deberá confirmar su presencia en octavos de final de la Europa League, posteriormente el domingo será turno para el gran derbi y como traca final se jugará en el Villamarín su presencia 17 años después en una final copera disputando la vuelta de semifinales contra el Rayo Vallecano después de la victoria conseguida hace unas semanas en Madrid.
Ante la ilusión por las posibilidades de jugar una final copera y la ilusión que genera la UEFA cualquier club hubiera apartado la liga o estaría pagando esos esfuerzos, en cambio el Betis sigue tercero y empieza a ver cada vez más cerca la posibilidad de ver el redondel de las estrellas ondeando en el centro del campo en Heliópolis.
Los dos próximos partidos en casa deben ser una caldera, el Betis estará unos partidos sin competir fuera de Sevilla y el no viajar debe ayudar a que el cansancio sea menos, el club se encuentra ante una oportunidad histórica y es hora de por fin dar el paso que la entidad, la afición y el escudo merecen.
El Betis está jugando muy bien, marca goles, encaja poco y siempre tiene una marcha más que el rival, prueba de esto fue el partido ante el Mallorca, equipo que venía lanzado y con aire fresco después del mercado invernal y el Betis jugando un partido reguero tirando a malo tras el viaje a tierras rusas consiguió ganar, que es lo importante en el fútbol.
No sé cómo acabará la temporada, pero hacía años que no disfrutaba de un Betis así, ni quiero que este sueño,acabe ni que se torne en pesadilla, por lo que mi confianza es plena en el grupo, en el entrenador y en mis 50000 hermanos que van a llevar en hombros al Betis a octavos y una semana después a la final de copa.
Si los jugadores siguen como hasta ahora, la grada hará el resto, como bien sabemos todos, como siempre se ha dicho y como hay que grabarse a fuego:
UN BETICISMO UNIDO HACE UN BETIS CAMPEÓN
