Seguro que al leer el titular de este artículo, a muchos se nos viene a la mente otro “Don Manué”, otros tiempos, otro Betis, pero el Don Manuel (con todas las letras) al que quiero referirme hoy es a Don Manuel Pellegrini Ripamonti, nacido en Chile hace ya 68 años y nuestro entrenador desde hace ya casi 2 años. 2 años en los que ha cambiado el rumbo actual del club a base de trabajo, sabiduría, inteligencia y la experiencia que dan los años.
Porque entrenar al Betis puede parecer fácil, pero nada más lejos de la realidad. El Betis, para lo bueno y para lo malo, es un club diferente, un club que puede engullir entrenadores como cualquier grande de Europa, pero a la vez es capaz de arroparlo y encumbrarlo si este sabe conectar con la afición, con la ciudad y con la idiosincrasia del club.
Y esto es lo que ha conseguido Manuel Pellegrini desde que llegó, meterse al club y a la afición en el bolsillo a base de trabajo, un discurso coherente sin pretender regalar el oído a nadie, y sobre todo victorias (ya es el entrenador con mayor porcentaje de victorias en la historia de nuestro club, con un 50,88%, ahí es nada).
Y es que no podemos olvidar que hablamos de un entrenador indudablemente top, con un extenso bagaje a sus espaldas y experiencias en grandes clubes europeos a los que hay que sumarle varios títulos. Y si es top con la pizarra y sobre el terreno de juego, mención aparte merecen sus ruedas de prensa. Una auténtica masterclass semana tras semana en las que destila elegancia, saber estar y una inteligencia pocas veces vista por aquí para no caer en la trampa y en la provocación que ponen muchos en forma de pregunta.
Un tipo que, decían las malas lenguas (esas que se ponen delante de los micrófonos de alguna que otra radio sevillana), que venía de vuelta y poco menos que a “llevárselo calentito”. Y en una sola temporada, demostró que seguía teniendo hambre y ganas de conseguir cosas importantes.
Porque, sin tener la suerte de conocerlo personalmente, solo hay que escucharlo hablar un rato para saber que es un entrenador competitivo, que no se conforma con cumplir el expediente, y que aunque económicamente el club no esté en su mejor momento, no le dan miedo los retos y siempre mira hacia arriba aunque con los pies en el suelo.
Y creo que eso es lo más importante que le ha aportado a nuestro querido Real Betis. El saber competir, el no conformarse, el querer siempre más. Y lo ha conseguido a sus 68 años, y con esa melena canosa que agita al viento cada vez que nuestro equipo mete un gol.
Don Manuel Pellegrini Ripamonti, que nos dure muchos años y que nuestros ojos lo vean.
Ah, se me olvidaba. Dedicaré otro artículo a su pareja de baile (con permiso de su señora) Don Rubén Cousillas. Qué bueno que vinisteis.