Ahora que las aguas han vuelto un poco a su cauce después de tantos sentimientos desbocados tras proclamarse nuestro Real Betis Balompie campeón de su 3ª Copa de Su Majestad el Rey y celebrarlo como todos los béticos y béticas nos merecemos junto a nuestra plantilla y cuerpo técnico, toca poner los pies en la tierra después de que nos llevaran al cielo hace apenas 10 días.
Y es que por muy felices y desbordados de alegría que estemos (yo el primero) tenemos que ser conscientes de la oportunidad, histórica si se me permite, de clasificarnos para jugar la UEFA Europa Champions League la próxima temporada, con el consiguiente subidón económico y de prestigio que ello supondría.
El pasado Sábado 23 de Abril jugamos una final, en 2 estadios llenos de béticos, y la ganamos, sufriendo, y con un 5º penalti tirando por uno de nuestros canteranos, como no podía ser de otra manera.
Pero ahora hay que pensar que tenemos otras 5 finales que nos llevarán a otro premio, que aunque no es un título, si supondría un espaldarazo y un salto de calidad en un club que debe aspirar a estar en Europa año sí y año también.
Si además miramos los resultados rivales y cómo se están desinflando por momentos, es hora de ir a por todas, de no quedarse con lo conseguido hasta ahora, que indudablemente es mucho, sino que hay que aspirar a más y echar el resto para buscar objetivos aún mayores en la que podría ser la mejor temporada en la historia del club. Ahí es nada.
5 paradas, 5 finales. Getafe, Barcelona, Valencia, Granada y Real Madrid. Todas con sus condicionantes, equipos que se juegan la permanencia, otros que se juegan Europa y otros con los deberes hechos y La Liga ganada.
Y lo mejor es que este equipo ha demostrado estar sobradamente preparado para sacar buenos resultados contra todos ellos, en casa o a domicilio, para mantener vivo hasta el último partido el sueño de que el himno de la Champions vuelva a sonar en nuestro templo y acompañar a nuestro equipo por los mejores clubes de Europa después de 17 años sin conseguirlo.
Curiosos son los paralelismos entre esa temporada 2005 y esta que vivimos actualmente en cuanto a logros y posibles clasificaciones al final de La Liga, pero si para algo debe servir es para que no se repita la historia posterior y el equipo se deshaga como por aquel entonces y después de tocar la gloria, veamos como por una mala gestión, volvimos a los infiernos.
Tenemos una nueva oportunidad de estar entre los mejores y apostar de verdad por quedarnos definitivamente entre ellos. No la desperdicien, porque todos lo merecemos y la temporada no puede darse por acabada.
Hay que apretar los dientes. Podemos hacer historia. Y de la buena.