La mirada de un gladiador a punto de salir al coliseo. La garra de un león a punto de atrapar a su presa. La fiereza de un lobo defendiendo a su manada. Un guerrero ha aterrizado en el Benito Villamarín para colocarse la elástica verdiblanca y pelear con uñas y dientes en cada batalla. Luiz Felipe, uno de los hombres que ha fichado el Betis esta temporada, está siendo la sensación del beticismo. Contra el Villarreal fue un auténtico quebradero de cabeza para los atacantes amarillos, rápido al cruce, atento a los balones aéreos y con una motivación fuera de lo normal.
El central ítalo-brasileño llegaba con buenos números tras su etapa en la serie A, concretamente en el Lazio. Cordón aprovechó la ocasión para firmar al jugador a coste cero, vendiéndole un proyecto muy del agrado del defensor. Los dos primeros partidos tuvo que verlos desde la grada, por el problema de las inscripciones, pero desde que estrenó titularidad, es un fijo en las alineaciones del ingeniero, y con motivos.
En el choque ante el Villarreal, en la primera parte, Pezzella cometía un error, poco propio de él, que dejaba a Jackson en un mano a mano con Rui Silva. Cuando Jackson se preparaba para armar el disparo desde dentro del área, de pronto, se encontró con que su disparo impactaba con una pierna que había aparecido de la nada y se marchaba a córner. Nadie se lo podía creer. Pero ahí estaba él, Luiz Felipe, llegando como el salvador, para alivio de Pezzella.
Su espíritu de gladiador se ve en cada balón que corta, en cada jugada que consigue frustrar al equipo rival. Despeja el balón y en sus ojos se puede ver esa motivación, esa lucha, esa garra que necesitaba el Betis en defensa. No da un balón por perdido, pone en juego su integridad física si es necesario, al corte es una escoba. En el área es un auténtico muro y se lo pone muy difícil a los atacantes rivales. Ha tenido dos partidos difíciles, Real Madrid y Villarreal, y en ambos ha cuajado una actuación con muy pocos ‘peros’.
No sé si me estaré creando muchas expectativas, pero creo que el exjugador de la Lazio puede dar muchas alegrías a la afición verdiblanca y no tenemos que olvidar que ha llegado a coste cero, después de tener otras ofertas. Un gladiador anda suelto por el Villamarín con el número 19 a la espalda, alguien ha liberado a la fiera, que está mucho mejor en libertad. La sangría defensiva parece que podría llegar a su fin, su nombre es Luiz Felipe, disfrútenlo.
