Quiero empezar diciendo que debido a las dificultades y el desánimo en mi vida, soy una persona bastante pesimista, por lo que obviamente nuestros contratiempos, lesiones y pérdida de puntos en octubre me han puesto de mal humor, pero entiendo que todo está bien en el equipo y que los partidos fallidos se debieron a circunstancias que no estuvieron de nuestro lado este mes.
Aunque este mes aún no ha terminado, ya puede calificarse de bastante ambiguo. Como estoy loco por el Betis, mi caleidoscopio de emociones este mes ha sido lo más variado posible, porque soy una persona emocional. Puede que no estés de acuerdo conmigo, pero octubre ha sido tan cargado de emociones para el equipo de Trece Barras que ha parecido un mes mucho más largo de lo que realmente ha durado. Muchas lesiones, muchos errores arbitrales, muchos puntos perdidos. Tarjetas rojas estúpidas y justas, una tarjeta roja absurda, un apoyo fenomenal del equipo en Roma y el resultado de ese partido, un partido confiado del segunda plantilla contra The Special One, un espectáculo increíble antes del partido contra el Almería, un partido ardiente contra el clásico autobús de Simeone… ¡Uff! ¡Cuánto ha pasado en sólo 3 semanas! Es como una montaña rusa. Un millón de emociones diferentes, ahora grandes, ahora tristes, ahora positivas, ahora negativas.
Lo único que no cambia es el encantador ambiente que reina en el Benito Villamarín. El saxofón tocando, los farolillos verdes y blancos y nuestra canción adaptada «Otra Vez»… ¡Qué bonito! Como bético, enseguida me pongo a aprender nuevos cánticos y canciones, y a veces los canto con Gol Sur y el estadio mientras miro la pantalla del ordenador. Como dicen: «Con Gol Sur animando ya no hay nada que perder». Días y noches sueño con venir a Sevilla, recorrer todos los lugares significativos, llegar al estadio y cantar con todos vosotros ‘Aquí estamos todos…’. Es uno de mis sueños de toda la vida…
Tengo muchos problemas y dificultades en Rusia en este momento, pero realmente quiero empezar a aprender español completamente. Ya puedo leer cualquier frase con un ligero acento, entiendo algunas palabras y frases, pero necesito tiempo y dinero para apuntarme a un curso completo de español. Estoy trabajando en ello y quiero que mi aprendizaje del idioma comience lo antes posible, pero desgraciadamente no podré venir a la ciudad del Betis en los próximos años. No tengo visado europeo, y ninguno de los estados europeos los expide ya para los rusos. Casi toda Europa ha cerrado la entrada y ha prohibido la emisión de visados a todos los rusos, incluso a los que están en contra de la guerra y odian a Putin y su régimen criminal. Toda Europa, y España en particular, es muy amable y acogedora con ciertas naciones y grupos de personas que quieren venir y obtener el estatus de refugiado, pero trata a otros, como yo, de forma negativa. Esto es injusto y un poco hipócrita, porque no soy peor que otras personas de otras naciones, simplemente amo a España y quiero empezar una nueva vida respetando vuestras leyes, cultura y normas. Es una realidad a la que tengo que acostumbrarme.
Imagínate, estoy a 8 000 kilómetros de todos ustedes, nunca he visto vuestro ciudad, nunca he visto a ninguno de vosotros en persona, nunca he estado en el Benito Villamarín, nunca he estado en este ambiente tan increíble… pero adoro TODO ESTO. Quiero citar a un hombre de un documental sobre el Betis que salió en «COPA90 Stories»: » Betis you live it all year, every day. Betis is a state of mind that helps your live, that helps you work, love and care. It’s deep passion, it’s a phylosophy of live». Estoy absolutamente de acuerdo con esta afirmación, que me ha llegado al alma. Soy aficionado del Betis desde la 2017-2018 y en esos 5 años mi vida ha cambiado radicalmente. Pasé por una gran variedad de emociones y momentos, muchos de los cuales recordaré toda la vida. Fui muy feliz, estuve terriblemente deprimido, pero siempre estuve ahí para mi Betis, a pesar de que vivo en el otro lado del mundo. Tengo en la mente los goles y todos los partidos… Hago muchas cosas para nuestra Peña Bética, a la que dedico mucho esfuerzo, tiempo y ganas. Eso es el amor, eso es la pasión.
Vamos mi Betis. Seguimos en el buen camino y junto a todos vosotros y al magnífico Manuel conseguiremos lo que nos merecemos. Mientras los biriprensa continúan con su desagradable trabajo, el Betis seguirá haciendo lo que mejor sabe hacer en los últimos años: ganar y deleitar a sus fieles seguidores.
