Una pausa debida al inicio del Mundial, que llegó en el momento justo para nosotros. En los últimos partidos, y especialmente en este innecesario viaje a Argentina y Chile, el Betis se ha mostrado irritable, cansado y sin brillo. Es duro hablar de ello, pero creo que si la temporada hubiera seguido en lugar del Mundial, el Betis podría habernos frustrado aún más, así que quiero decir que esta pausa ha llegado en el momento adecuado, y durante ella debemos descansar, recargar nuestras armas y prepararnos para el 2023, que promete ser tan movido e interesante como los últimos 2 años.
Me gustaría empezar mi tercer artículo con la principal decepción de noviembre, que es que no hemos sacado absolutamente nada de un afortunado conjunto de circunstancias en un derbi que podría haber sido verdaderamente histórico. Estamos en Champions y tenemos un jugador más, el Sevilla está en descenso y no puede hacer absolutamente nada, pero… ¿Cómo no aprovechar esa oportunidad para callar esas bocas rojiblancas? El partido quedará en el olvido pero el resultado permanecerá para siempre, tuvimos una gran oportunidad de derrotar a los sevillistas pero hicimos TODO lo posible para no aprovechar esa oportunidad. No puedo imaginar dentro de cuántos años tendremos la misma oportunidad de volver a destrozarlos, dadas las circunstancias de aquel derbi.
Hubo un cambio global de emoción en ese partido, lo que ocurre muy raramente. José Sánchez Martínez expulsó a Montiel y yo estaba absolutamente extasiado, gritando de alegría por todo mi piso y en puro éxtasis, previendo que en la segunda parte simplemente mataríamos a este Sevilla ya muerto, pero minutos después, tras Borja abandonó el campo por una segunda tarjeta roja, me di cuenta de que iba a perder un par de años de mi vida, estando en un estado de ansiedad y nervios terribles, viendo a un Betis conmocionado defenderse de los constantes ataques del Sevilla durante 45 minutos. El ambiente del derbi sevillano no se puede transmitir con palabras al común. No te entenderá cuando le cuentes el enfrentamiento, la locura y la lucha. Es algo indescriptible y extraordinario. El derbi sevillano es realmente el mejor derbi de España y uno de los acontecimientos más trascendentales del mundo del fútbol europeo. Este es el tipo de partidos que deberían tener esos grandes tifos, que Gol Sur produjo. Mientras estudiaba cada una de las referencias de aquel enorme cartel, la piel de gallina me recorría el cuerpo porque me daba cuenta de que era un gran y elaborado trabajo que había llevado mucho tiempo realizar. Hablando de expulsiones, sólo puedo decir una cosa: perdonadme, pero no comparto la opinión de la mayoría que no deja de decir que nos han robado. Nosotros mismos arruinamos el derbi, no el árbitro ni ninguna otra circunstancia. Tenemos que ser grandes y dejar de culpar a todo el mundo menos a nosotros mismos de cada partido. Estoy de acuerdo en que los arbitrajes españoles a menudo son injustos contra el Betis, pero en este partido en concreto dejamos escapar esa victoria por nosotros mismos. Fekir rompe regularmente las reglas de esta manera y su falta contra Papu no fue una excepción a la regla. Quiero a nuestro Nabil, pero no voy a apoyar ciegamente a un hombre en todo si creo que se ha equivocado.
Estaré de acuerdo con los que dicen que deberíamos estar agradecidos por estar a 2 puntos del tercer puesto y por haber terminado brillantemente en la fase de grupos de la Europa League, pero hay algo de lo que se debería culpar a nuestro equipo: un gran número de tarjetas rojas, que nos han quitado un número igualmente grande de puntos cruciales. Es imposible jugar todos los partidos en minoría, es absurdo. Me sorprende mucho que los chavales no aprendan de sus errores y sigan cometiendo las groseras faltas que provocan estas sanciones. Pellegrini debería empezar a preparar la reanudación de la temporada con esto, porque los chicos tienen que entender que los errores críticos en la primera mitad de la temporada pueden acarrear tristes consecuencias. El Betis no se parece a su mejor versión de la temporada pasada, pero sin los constantes penaltis, aún podemos luchar de igual a igual con cualquier equipo y mostrar un juego decente.
Intento disfrutar del Mundial, ignorando todos mis problemas y el final bastante controvertido de la primera mitad de la temporada. Sí, este Mundial se celebra injustamente en Qatar, sí, se violan los derechos humanos en este país, pero este es el mismo torneo que me hizo amar el fútbol en 2010. Sería más interesante seguir el torneo si hubiera más jugadores nuestros, pero tenemos que conformarnos con lo que tenemos.
Sé que muchos no estarán de acuerdo con mi opinión en este artículo, pero os quiero a todos y espero que el amor sea mutuo. Sé que a veces soy demasiado emocional, a veces sin fundamento, a veces equivocado, pero eso sólo confirma el hecho de que estoy muerto de amor por el Betis y me preocupa cada segundo que el club existe, sea lo que sea. Todos ustedes han tenido la gran suerte de disfrutar de este club en su propia ciudad, derramando sus emociones en el estadio, mientras que yo sólo puedo hacerlo mirando la pantalla de mi ordenador. Aprecia el hecho de que tu amor esté cerca de ti.
Creo que sólo hay momentos hermosos y mágicos por delante para todos nosotros y nuestro querido equipo que nos hará más felices.
