En tiempos en los que un Mundial se disputa en plena temporada de clubes, los equipos deben adaptarse a estas novedosas circunstancias para no perder la forma y regresar en las mejores condiciones posibles cuando se reanuden las distintas competiciones. Especialmente en el caso de un Betis que tiene cuatro frentes abiertos en el horizonte. Para ello, se antoja imprescindible mantener el ritmo competitivo de unos futbolistas que, en su mayoría, no se han marchado con sus selecciones a la cita de Qatar.
Por tal motivo, el club concertó una serie de amistosos entre los que se incluyeron varios en una gira por Sudamérica que ha resultado ser una pesadilla. Tres partidos, tres derrotas. Cero goles a favor, diez en contra. Un balance terrorífico que no tiene justificación alguna y que daña la imagen de un club que pretendía, además de un pellizco en lo económico, expandir su marca al otro lado del charco y que probablemente haya obtenido el efecto opuesto tras esta serie de resultados adversos.
Porque las derrotas forman parte de este juego, pero lo que no es de recibo es caer de la forma en la que lo hizo el Betis, especialmente en los dos primeros encuentros. Las horas de vuelo, el carácter amistoso de los partidos, las bajas mundialistas… Nada de eso puede servir como excusa cuando no eres capaz de ver puerta y recibes una media superior a tres goles en contra por partido. Flaco favor para un club que está creciendo en lo deportivo y que se ha caracterizado por un alto nivel competitivo desde que Manuel Pellegrini llegó al banquillo verdiblanco.
Hasta para este tipo de giras hay que estar preparados. Ya lo dijo el técnico chileno al hacer referencia al Ludogorets búlgaro esta misma temporada. Por muy inferior que sea un campeonato, los equipos acostumbrados a ganar en sus respectivas ligas, siempre van a ser complicados de enfrentar y fueron los casos tanto de River Plate como de Colo-Colo. Sorprendió la motivación e intensidad con la que se emplearon, pero eso es algo que hay que tener en cuenta precisamente por esa razón. No hay amistosos ante este tipo de rivales y siempre hay que estar a la altura de las circunstancias.
Espero que lo sucedido en la gira sudamericana haya servido como lección para todos en el club, porque siempre hay un escudo que defender y una institución que representar. Lo próximo, tres amistosos más ante rivales de renombre como Manchester United, Inter y Atalanta. Pruebas exigentes en las que resarcirse y demostrar que el equipo siempre compite y vende cara la derrota, aunque sea en un bolo otoñal. El Betis siempre se respeta.