Son muchos años ya lo que este servidor lleva viendo, disfrutando y por supuesto sufriendo al Real Betis Balompié. Cuando uno se para a reflexionar sobre este sentimiento llamado Betis llega a la conclusión de que si este club fuese una obra literaria tendría que ser, sin lugar a dudas, una tragicomedia griega en toda regla.
¿Puede haber algo más tragicómico que el Betis? Un equipo que busca el objetivo de ganar cuan héroe persiguiendo el objetivo del amor o la justicia y que tras encontrarse obstáculo tras obstáculo a veces consigue su objetivo y las más de las veces fracasa en su heroico intento.
Pero la tragicomedia se define como híbrido entre la comedia y la tragedia, en el devenir de los acontecimientos siempre está presente el humor y es que el Betis es así, muchas veces te tienes que reír por no ponerte a llorar.
Lo bonito de ser el protagonista de una tragicomedia es que ya salga vencedor o salga perdedor siempre tiene el cariño y la comprensión del público pues es un personaje que recibe una desgracia inmerecida.
El Betis es como el héroe tragicómico, un ser mundano, cercano y sencillo que busca la victoria a pesar de las adversidades, es por eso que nuestro Betis es tan querido allá por donde va pues el pueblo se ve reflejado en su angustiosa búsqueda del triunfo y la gloria.
Una tragicomedia es también la obra cumbre de las letras españolas, Don Quijote de la Mancha y es que no creo que haya algo más quijotesco que nuestro amado Real Betis Balompié, que si Cervantes levantara la cabeza se quitaba el jubón y la lechuguilla para ponerse la camiseta del Betis con el escudo de las trece barras y animar desde el mismísimo Gol Sur.
¿Cuántas veces se he estrellado el Betis contra molinos de viento o ha sido derribado por un Caballero de la blanca luna cuando no era más que un simple bachiller disfrazado con oropeles? Pues no paren de contar ahí porque seguirán sufriendo más desventuras que alegrías.
Pero el Betis no es solo tragicomedia, es también poesía, porque la poesía es un sinsentido, el Betis nunca será una tabla de Excel ni un algoritmo en busca de la estadística perdida. El Betis siempre será poesía pura, pues la poesía no es otra cosa que dar forma con los sentimientos a esa realidad que muchas veces parece nos inalcanzable.
Sufriremos con sus derrotas pero siempre seremos fieles a ese héroe tragicómico en busca de la victoria que es nuestro Real Betis Balompié.