En esto de la rivalidad del Betis con el Sevilla se está hablando mucho últimamente de la guasa y es que muchos no saben realmente lo que es. Si te remites a la RAE te habla de que es una chanza o burla y aunque se acerca bastante a la esencia no llega a describir lo que es realmente la guasa sevillana. Hace muchos años Antonio Burgos escribió en un artículo del ABC que la guasa sevillana es como la gracia de Cádiz pero con su puntito de mala leche y la verdad es que es de las descripciones más acertadas.
En mi humilde opinión la guasa sevillana es una burla hecha con gracia, la guasa es como una pavía de bacalao, una burla con ironía y rebozada de sarcasmo, pero para que la guasa funcione tiene que ser encajada con señorío y tener la cuerda larga, porque no saber encajar la guasa es de carajote y malaje.
Los béticos hemos estando encajando la guasa de los palanganas con bastante empaque durante “el quindenio negro” o traducido al lenguaje popular hemos tragado más que un husillo de la calle Feria en los 15 años de gloria palangana, ahora se vuelven la tornas y ¡Ay amigo! A más de uno le sienta mal la guasa bética.
Pues lo sentimos mucho pero ahora son los palanganas a los que les toca tragar más que aun husillo de Pontevedra. Cierto es que l a mayoría lo hace con señorío pero hay una caterva de malajes que les duele la guasa bética, tienen menos cuerda que el borrico de un gitano y en cuanto le das un poco de leña marismeña se suben por las paredes que dejan el gotelé de sus casas como si le hubieran echado perlita.
Los hay que incluso te amenazan con tocarte la carita o “saludarte” a mano abierta y es que aparte de malajes les falta una papa para el kilo.
Entre mis mejores amigos tengo a palanganas de verdad, que me han dado la brasa a base de bien y ahora soportan estoicamente la guasa bética, porque eso si es señorío y saber estar, dar y recibir, tener paciencia y endiñar el latigazo de guasa cuando toca.
Señores y señoras, no perdamos la guasa porque es algo que nos diferencia de cualquier otra rivalidad en España, la guasa nos hace únicos, así que disfrutemos de ella, no la perdamos y es que no tener sentido del humor es el mayor ejemplo de falta de inteligencia.