Escribo este texto mientras me marcho de Heliopolis con la sensación de que podríamos haber hecho mas. Rumbo hacia Huelva y con una nube que a veces hace llover sobre mi ideas de que quizás pedimos más de lo que nos pueden ofrecer pero también con un sol que no para de recordarme aquellas noches de gestas donde resucitábamos de los escombros.
Ha sido una jornada extraña, en la que podíamos ver trajes de flamenca en las gradas acompañados de otras personas con vestimentas que dejaban entrever que muchas personas han asistido directamente desde sus trabajos al Villamarin. Una jornada donde el calendario no acompañaba, martes a las 22:00, plena feria y siendo al día siguiente día laboral para muchos que venimos desde fuera de Sevilla a animar al glorioso, aún así, más de 40.000 personas quisieron estar acompañando a los suyos en un partido tan complicado.
Escucho en la radio unas palabras de Pellegrini que me acercan a la ilusión, comentando que hasta que las matemáticas demuestren lo contrario, van a darlo todo por hacerlo posible. La lucha por la cuarta plaza no está siendo fácil y este reparto de puntos lo demuestra.
Desde el parón de selecciones hemos podido ver como ese globo aerostático que se
paseaba por toda España se va desinflando poco a poco. Ejemplo claro de ello son como varios jugadores clave como pueden ser Borja Iglesias o incluso Sergio Canales no están rindiendo al nivel que se espera de ellos, haciendo que este globo no logre la altura que la afición espera de este equipo.
Por último, hacer un llamamiento al beticismo, esa familia que nunca deja de lado a los suyos. Hay que seguir remando todos en la misma dirección para servir de aliento a los nuestros y poder conseguir los objetivos marcados.
“Te animaré cuando menos lo merezcas porque será cuando más lo necesites”.