No voy a entrar en quién debe conformar la delantera del Betis la temporada que viene. Esa labor corresponderá a Planes, Pellegrini y los dirigentes verdiblancos. Los que me habéis seguido estos dos años en Onda Bética sabéis de mi amor incondicional por Borja Iglesias. El Panda es mi delantero fetiche y ojalá siga ligado a las trece barras mucho tiempo. Ayoze también ha hecho méritos para quedarse y que se invierta y se apueste por él. William José es del gusto del míster y tiene contrato en vigor. Y todos esperamos el resurgir de Juan Miguel en la 23/24. Pero yo no dejaría pasar la oportunidad de subir al primer equipo a un jugador que me entusiasma desde que lo vi con el filial en la ciudad deportiva Luis del Sol. Es el momento de Raúl García de Haro.
La cantera bética está trabajando bien. Este año en la primera plantilla se han consagrado Aitor, Edgar, Miranda, Rodri, Paul y hemos visto fogonazos muy interesantes de Juan Cruz, Félix y Dani Pérez. Buenos futbolistas que sienten los colores desde muy jóvenes y dan todo cada vez que disponen de la oportunidad de saltar al verde. Pero si un canterano ha destacado este año ha sido Raúl. Vi con buenos ojos su cesión al Mirandés: un equipo joven, en el que iba a contar con minutos de calidad en Segunda. Lo que casi nadie esperaba es que se convirtiera en uno de los máximos goleadores de una categoría tan competitiva y exigente, con centrales que no te regalan ni un milímetro. A falta de dos jornadas para la conclusión del campeonato, el delantero catalán está segundo en la tabla de artilleros de la división de plata con diecinueve dianas, solo tres de penalti (Lo supera Uzuni del Granada con veintidós goles, siete de penalti)
García de Haro es un chico espigado, zancudo y del que se podría intuir que lo suyo es el juego aéreo y el remate dentro del área al primer toque. Es muy bueno en ambos aspectos. Sin embargo, este joven de veintidós años y uno noventa y dos de estatura es mucho más que eso. Posee una gran técnica, es más rápido de lo que parece y tiene una visión de juego excelente. De hecho, no solo cuenta con casi una veintena de goles con el Mirandés. A sus estadísticas hay que sumar siete asistencias. Además, es un delantero que siempre se encuentra bien posicionado, que sabe aguantar el balón de espaldas, buscar los espacios en profundidad y anticiparse al defensa por arriba para prolongar el cuero al compañero que llega en carrera desde atrás. Es un futbolista completísimo, al que le queda mucho margen de mejora.
Podemos estar ante otro caso como el de Fabián Ruiz. Cuando el Betis lo cedió al Elche se transformó. Creció en todos los sentidos. Regresó a Heliópolis más fuerte, más hecho y maduro y con maneras y soluciones de gran pelotero. No lo disfrutamos mucho porque rápidamente emigró a Italia, pero el club hizo una gran venta. Ahora, en su plena madurez, Fabián es internacional con De la Fuente y juega en el PSG. Creo que Raúl podría recoger el testigo y alcanzar el nivel del zurdo de Los Palacios. Lo ha bordado en Segunda y físicamente está evolucionando. Da gusto verlo jugar (controles, regates, disparos…), siempre toma buenas decisiones y formará parte, sin duda, del mejor once de la categoría. Una joya. El Betis no puede desaprovechar a un delantero de tal magnitud. El gol es lo que más caro se paga en el fútbol y tenemos en casa a alguien que ha batido todos los récords de anotación en la cantera y que ha pasado la dura prueba de la Segunda División. No duden en contar con él. Yo ya tendría su camiseta preparada.
Pd: Me tomo una pequeña licencia. Prometí que si el Betis ganaba la copa del Rey la incluiría en alguno de mis libros. He cumplido mi promesa y aparece una escena en la Cartuja el 23 de abril de 2022 en mi nueva novela La última melodía de Chopin. No puedo estar más orgulloso de ser bético. Hasta la próxima, amigos.
