Muchos son los extranjeros que han pasado por el Real Betis Balompié a lo largo de su dilatada historia, algunos pasaron sin pena ni gloria, otros triunfaron y dejaron grandes detalles de su calidad futbolística pero también tenemos un amplio listado de pifias y es que el Betis, como en todo, también ha sido una montaña rusa a la hora de fichar.
Hemos tenido extranjeros tan malos que se podría escribir un libro, cada bético tiene en su mente ese ranking maldito y hoy quiero dejarles el mío, los fichajes extranjeros más horrorosos que quedaron grabados a fuego en mi memoria. Comencemos:
En 1987 llegó desde Argentina el delantero José Fantaguzzi, un tipo que en su apellido llevaba el nombre de un refresco y de una marca de motos. El muchacho era guapo y servía para galán de telenovela pero tenía menos puntería que Michel J. Fox con una escopeta de plomillos.
También a finales de los 80 llegó desde Portugal un delantero inglés llamado Raphael Meade. Todavía recuerdo cuando saltó al campo y lo primero que hizo fue dar una patada de roja directa. Desafinaba más que el cantante de la Ruleta de la Suerte y con el porte que tenía habría triunfado sin duda alguna en Mudanzas Rocío.
No puedo dejar atrás al mítico “Puma” Rodríguez, un tipo que venía con más peso que el coche de un moro camino del ferry de Algeciras. Quedará en los anales de la historia el empacho que cogió por comerse un cochinillo él solo y el gol que intentó celebrar dando una voltereta. Todavía se ve el boquete que dejó su espalda en el césped.
Toca otra leyenda rota, Roman Kukleta, había sido pichichi en Checoslovaquia y allí era un verdadero héroe, junto al búlgaro Ivanov arrasó en Sevilla con todo el Winston del águila y el White Label. Eran los daños colaterales de la reciente caída del muro de Berlín, venían como toros saliendo de chiqueros, se lo pasaron pipa en Sevilla.
Guardo un gran recuerdo de Wojciej Kowalczyc, un polaco cuyo nombre para poder pronunciarlo correctamente había que meterse una papa “guisá” hirviendo en la boca. Costó 224 millones de pesetas y marcó 14 goles, a 16 millones el gol, ni Messi salió tan caro.
Y de Odonkor que podemos decir, venía con buenas referencias, era tan rápido que hacía los 100 metros en apenas 10 segundos, pegando tirones de bolso en los 80 se habría puesto las botas pero el muchacho era blandengue y se rompía más que la cadena de una BH del 77, pifia gorda.
Quiero terminar con Cedric porque fue el más malo y a la vez el más rentable, costó 1€ y se lo acabamos colocando por un millón de euros a un equipo norteamericano. Era tan rápido que siempre se dejaba el balón detrás y cuando no lo hacía lo colocaba como si tuviera la polio. Un desastre.
Ya sé que faltan muchos pero espero que al menos estos que he citado no caigan nunca en el olvido, en su historial siempre podrán presumir de algo, haber vestido la camiseta del Real Betis Balompié.