Día clave para el futuro del Betis en competiciones europeas, el partido más importante hasta la fecha en las últimas tres temporadas. El conjunto dirigido por Manuel Pellegrini no sólo se juega ser primer de grupo, más ingresos para el club o los tres puntos, hoy nos jugamos plantarnos a seis partidos de jugar nuestra primera final continental.
No debe desviar nada la atención del objetivo, crecer, en eso es en lo que está empeñado el club con el Ingeniero como capitán del barco. En eso debemos centrarnos, en apoyar al equipo y no entrar en absurdas polémicas que no conducen a ningún lado gastando fuerzas en menesteres que no suman pero si restan. Déjense de hilos de twitter de cuentas y finanzas del club, polémicas de nuestros jugadores en esa red social que no es el momento. La junta llegará y los accionistas decidirán su apoyo o rechazo. El equipo ha dado muestras y razones a la afición para confiar en su capacidad y en eso debemos estar, fútbol.
La ilusión del aficionado y la comunión del equipo con la grada es la realidad a día de hoy en el reino del Villamarín, que los cuatro aburridos de las redes sociales con demasiado tiempo libre y pocas ocupaciones no empañen el momento tan emocionante que vamos a vivir en esta semana. Queríamos un Betis competitivo y hoy lo tenemos, queríamos partidos importantes y ha llegado ese día. Y recuerden, pase lo que pase aquí estaremos para eso somos del “Manquepierda”.
Pellegrini le ha dado la vuelta al equipo como a un calcetín siendo uno de los conjuntos con menos derrotas en todo 2021, el técnico chileno se ha ganado el respeto y la confianza plena de la afición a base de trabajo, un buen saber hacer dentro y fuera del terreno de juego ligado a resultados.
Bufandas al viento, calienten las gargantas y honor a todos los que hoy están en tierras bávaras apoyando al Glorioso, Betis por encima de todo y de todos.
Betis, mi viejo amigo…