La maniobra de distracción ha comenzado, la “cortina de humo” mediática está en pleno funcionamiento. Los medios de comunicación nacionales y locales han puesto toda la carne en el asador centrándose en desviar la atención de lo verdaderamente importante.
Si lo pensamos no es nada nuevo ni debe sorprendernos, pero no por ello deja de ser menos grave. La mala praxis periodística se denota hoy en cualquier diario/radio al que tengan ustedes acceso en esta ciudad. La campaña gira entorno a la defensa del señor Medina Cantalejo, máximo representante de los árbitros. Amenazas por redes sociales, totalmente condenables y que nadie debe soportar ni recibir, ocupan el debate estos días y abren las portadas de los diarios. Asunto grave las amenazas, nadie en su sano juicio discute eso, pero no pueden ser el centro del asunto esta semana.
Aquí lo importante y de lo que parece que no se quiere hablar es el del pésimo arbitraje que han sufrido muchos equipos la pasada jornada en primera división, incluido el Real Betis. En eso, los medios locales que parecen empadronados en la Villa de Madrid, pasan de puntillas. Por no hablar de las coacciones que el estamento arbitral ejerce a través de los medios de comunicación, deslizando una posible sanción por manifestar en una red social la queja respetuosa y no falta de razón, por un arbitraje indigno de la “mejor liga del mundo” como muchos nos quieren vender. El arbitraje que sufrió el Betis en Vallecas no se reduce a la expulsión de Alex Moreno o el penalti no señalado por mano, es mucho más. El señor colegiado realizó hasta once intervenciones fuera del reglamento que perjudicaron al conjunto de Manuel Pellegrini, en una actitud chulesca y prepotente, escasa de diálogo como señaló el chileno.
Pero de eso no conviene hablar o tienen instrucciones de no hablar. Sorprende cuanto menos que en medios de comunicación donde se hace de la libertad de expresión (con sus lógicas limitaciones como todo derecho fundamental) un profesión, defiendan o no pongan el grito en el cielo cuando un lobby de poder como es el estamento arbitral, pueda sancionarte por expresar una valoración respetuosa y correcta sobre una actuación en concreto de uno de sus trabajadores, en una democracia. Los árbitros y sus jefes se han convertido en seres divinos, propios de los monarcas absolutistas, por encima del bien y del mal que nunca responden por sus errores, con cero autocrítica y llenos de tiranía en sus formas.
No caigan en la trampa, béticos. El Real Betis tiene razones y hechos objetivos en los que basar su queja formal como hizo por twitter, de manera correcta y respetuosa. Ni un paso atrás debe dar el club, seguir en la línea de cada vez que se sienta ultrajado denunciarlo públicamente, ya basta de tragar y tragar, de vez en cuando “hay que darle un palito a la burra”.
Aquí estaremos para seguir denunciando la tiranía y despotismo del colectivo arbitral, cuando el trato es injusto, la queja es más que necesaria.